Más de 150 migrantes, considerados como “intrusos”, han sido acusados de ingreso ilegal a Estados Unidos e invasión a una propiedad militar, debido a que cruzaron la frontera a través de las nuevas zonas militares designadas por el Departamento de Defensa en los límites de Nuevo México y Texas, aunque un juez federal comenzó a desestimar los cargos en su contra.
A través de su Centro de Operaciones de Medios, la Fuerza de Tarea Conjunta de la Frontera Sur de Estados Unidos dijo a El Diario que sus agentes no son quienes realizan las detenciones, pero sí han detectado desde abril a más de 150 “intrusos” no autorizados en conjunto con los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP, por sus siglas en inglés).
“Hasta la fecha, el personal de la Fuerza de Tarea Conjunta Frontera Sur no ha detenido ni aprehendido a ningún intruso no autorizado en las Áreas de Defensa Nacional de Nuevo México ni en Texas. Sin embargo, ha detectado a más de 150 intrusos no autorizados en ambas Áreas de Defensa Nacional, ya sea trabajando junto con agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, durante patrullajes conjuntos u operando en la zona, lo que les permite ejercer rápidamente su jurisdicción policial, que puede incluir arrestos y sentencias”, informó.
El sargento de primera clase Kent Redmond explicó que ya sea que se realice una detección, retención temporal o aprehensión dentro de un Área de Defensa Nacional, las responsabilidades de la Fuerza de Tarea Conjunta de la Frontera Sur terminan cuando los “intrusos” no autorizados son entregados y comienzan las responsabilidades de aplicación de la ley de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos.
De acuerdo con el Gobierno estadounidense, los migrantes que ingresan por la nueva zona militar designada en abril en Nuevo México o la extensión designada en mayo en El Paso, son acusados de allanamiento o invasión a una propiedad militar, por lo que se convierten en responsabilidad del Departamento de Justicia y después de enfrentar los cargos adicionales son expulsados por la Patrulla Fronteriza bajo el Título 8 de la Ley de Inmigración de Estados Unidos.

Letreros de advertencia
El 11 de abril, el presidente Donald Trump anunció un plan para crear una zona militar en los primeros 18 metros de la frontera a lo largo de 274 kilómetros entre las fronteras de Arizona y Nuevo México, como una extensión de la Guarnición del Ejército de Estados Unidos en Fort Huachuca, Arizona; mientras que el 2 de mayo pasado se informó la designación de una nueva extensión militar de Fort Bliss, a lo largo de aproximadamente 101 kilómetros en la frontera de El Paso con Juárez.
Sin embargo, el juez federal Gregory B. Wormuth comenzó esta semana a desestimar los cargos de allanamiento a propiedad militar que enfrentaban 98 migrantes, al dictaminar que no sabían que estaban entrando a una zona militar o Área de Defensa Nacional de Nuevo México (NMNDA, por sus siglas en inglés) y no podían ser acusados por el delito.
El gobierno de Trump argumentó que los militares habían colocado carteles, en inglés y en español, en los que se informaba que se trataba de una zona restringida y que estaba prohibida la entrada no autorizada, pero el juez indicó que el terreno dificultaba que los migrantes vieran los letreros de advertencia.
Pese a la decisión del juez, los migrantes mantendrían el delito de ingresar de manera ilegal a Estados Unidos, ya que lo hicieron fuera de un puerto oficial y sin los documentos necesarios.
Actualmente, los límites de la frontera de Santa Teresa, Sunland Park y El Paso, con el municipio de Juárez, están vigilados por diez vehículos de transporte de Infantería M1126, también conocidos como Strykers, los cuales comenzaron a instalarse a finales de marzo.
De acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos, las tanquetas militares fueron ubicadas en lugares estratégicos de la frontera, dependiendo de la necesidad operacional; como ocurrió con las dos primeras que se instalaron entre Sunland Park y Santa Teresa, en la frontera con las zonas de Anapra y San Jerónimo, y con las dos últimas que se encuentran en El Paso, frente a la colonia Franja Sara Lugo, camino al museo Casa de Adobe.

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