Albuquerque, NM.- La familia de Elijah Hadley, un adolescente de 17 años que fue abatido por un sheriff del condado Otero durante una revisión de bienestar en carretera, presentó este miércoles demandas estatales y federales por muerte injusta contra el agente involucrado y los comisionados del condado.

La querella fue presentada en una corte federal de Albuquerque y acusa al sheriff adjunto Jacob Diaz-Austin y a la Junta de Comisionados del Condado Otero de violar las Enmiendas 4.ª y 14.ª de la Constitución de Estados Unidos, así como leyes estatales de derechos civiles, por su papel en la muerte del hombre, ocurrida el 25 de junio de 2024.

De acuerdo con los abogados Tyson E. Logan, de Logan Trial Lawyers LLC, y Christopher Dodd, de Dodd Law Office LLC, Hadley caminaba por la autopista U.S. 70, cerca de su casa, con una pistola de balines descargada cuando fue confrontado por Diaz-Austin, quien atendía un reporte sobre una persona caminando en el camellón.

La demanda sostiene que Hadley lanzó el arma al pasto al ser ordenado a mostrar las manos, sin llegar a amenazar o apuntar con ella al oficial. Aun así, Diaz-Austin presuntamente le disparó cuatro veces con su arma de servicio Glock, y luego, tras observar cómo el hombre se retorcía de dolor y perdía el control de su cuerpo, le disparó en dos ráfagas de nueve y cinco balas durante más de tres minutos.

Según los abogados, Diaz-Austin recargó su arma y disparó una última ráfaga de cuatro tiros al cuerpo inmóvil de Hadley. No prestó auxilio médico y, además, habría conducido hacia el sitio del incidente a más de 120 millas por hora (193 km/h), mientras reproducía a alto volumen la canción In Da Ghetto, según la demanda.

“Elijah era un hijo, hermano, amigo y artista. Debería estar con nosotros hoy. Nuestra familia no descansará hasta que se haga justicia”, dijo Eva Hadley, madre del hombre.

Los abogados alegan que el sheriff Diaz-Austin disparó un total de 22 veces, incluso mientras Hadley ya estaba en el suelo, desarmado y pidiendo ayuda. “Al llamarlo ‘bro’ y ‘dog’ antes de dispararle repetidamente, el oficial demostró un desprecio total por la vida humana”, afirmó Logan.

Dodd agregó que la Oficina del Sheriff del Condado Otero “ratificó” la conducta del agente al devolverlo a sus funciones plenas tras el tiroteo. Sin embargo, en marzo de este año, un juez del condado determinó que existía causa probable para procesar a Diaz-Austin por asesinato en primer grado. El agente espera juicio en esa causa penal.

“Creemos que la evidencia es tan abrumadora como atroz. Esta muerte fue innecesaria y no se puede tolerar este uso temerario y letal de la fuerza por parte de un agente del orden”, concluyó Logan.

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