Ciudad Juárez.- La presa Puerto La Paz operó a un 90 por ciento de su capacidad y la presa Pico del Águila al 80 por ciento durante las lluvias de los últimos días, lo que permitió contener el exceso de agua pluvial y evitar mayores afectaciones en zonas habitacionales, informó César Triana Ramírez, director de Obra de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de Juárez.
De acuerdo con el funcionario, las lluvias registradas durante tres días consecutivos –principalmente el miércoles y jueves– ocasionaron escurrimientos de alta intensidad que provocaron daños severos en calles y viviendas de las colonias Fronteriza, Francisco Sarabia y Felipe Ángeles. Señaló que las obras de retención hidráulica activas ayudaron a disminuir el impacto.
“Las dos presas evitaron que esto fuera muchísimo peor. Ambas retuvieron toda la avenida de agua y la descargaron de manera controlada a través de su obra de salida”, explicó.
Agregó que el comportamiento de estas infraestructuras confirmó el funcionamiento adecuado de los proyectos desarrollados por la Junta.
Triana indicó que actualmente está concluido el proyecto ejecutivo de la presa Fronteriza, la cual sustituiría al dique La Montada. Esta obra tiene un presupuesto estimado de más de 150 millones de pesos.
Paralelamente, se avanza en el proyecto de canalización del arroyo Las Víboras. Ambos requieren entre dos y tres años de preparación, señaló.
En el marco de la contingencia, la JMAS desplegó cuadrillas con retroexcavadoras, camiones de volteo y motobombas en áreas como la colonia Fronteriza.
Las labores incluyen el retiro de escombro, basura, lodo y agua acumulada en viviendas. “El objetivo es que la gente pueda regresar a sus actividades cotidianas lo más pronto posible”, apuntó.
Respecto a la infraestructura de conducción, destacó que el colector del bulevar Norzagaray operó a plena capacidad durante las lluvias.
Recordó que este fue sustituido recientemente, ya que antes contaba con un tubo de apenas medio metro de diámetro, mientras que el actual es de un metro y medio, lo cual permitió un mejor desalojo del agua.
Triana advirtió sobre el riesgo de que vecinos retiren tapas de alcantarillas para intentar desaguar calles durante las lluvias.
“Es peligrosísimo. El agua puede succionar objetos y hasta personas. Aquí mismo, en la calle Santiago, el agua arrastró losas de concreto de media tonelada”, expresó.
Añadió que esta práctica, además de ser riesgosa, agrava las inundaciones debido al taponamiento de colectores con basura, lo que puede generar brotes de aguas negras. Por ello, hizo un llamado a la población a no levantar las tapas y permitir que el sistema opere de forma segura.