En un giro significativo a sobre migración, Defensa y energía, senadores del Partido Republicano han modificado a la baja su propuesta de gravamen a las remesas internacionales, reduciendo el impuesto contemplado del 3.5% al 1%.

Este ajuste, incluido en el borrador más reciente de la llamada ‘One Big Beautiful Bill’, representa un intento por moderar el impacto político y económico de una medida que ha generado críticas desde múltiples frentes: gobiernos extranjeros, comunidades migrantes, organizaciones financieras y expertos fiscales.

La versión previa de la iniciativa –y la aún más agresiva propuesta aprobada por la Cámara de Representantes, que establecía un impuesto del 5%– fue señalada como inequitativa y potencialmente regresiva por analistas y diplomáticos.

“La reducción al 1% sugiere que hay conciencia dentro del Senado sobre las repercusiones transfronterizas y los costos colaterales que implicaría aplicar un tributo amplio a los flujos de dinero familiar”, indicó un funcionario del Tesoro que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente del tema.

Un tributo dirigido, pero con efectos amplios

Según los detalles disponibles, el nuevo impuesto se aplicaría únicamente a remesas enviadas en efectivo, giros postales o cheques de caja –excluyendo, al menos por ahora, las transferencias electrónicas desde cuentas bancarias o tarjetas de crédito emitidas en Estados Unidos. Sin embargo, el temor persiste entre migrantes y operadores de servicios financieros sobre la posibilidad de que la medida siente un precedente o derive en una fiscalización más amplia de los envíos internacionales.

En 2024, los mexicanos residentes en Estados Unidos –que representan el 97% de los 12.3 millones de mexicanos en el extranjero– enviaron más de 63 mil millones de dólares en remesas, según datos del Banco de México. No obstante, en los primeros cuatro meses de 2025, estas transferencias disminuyeron 2.5% con respecto al mismo período del año anterior, y en abril se registró una caída interanual de 12.1%: la más aguda en más de una década.

Aunque las causas son múltiples, académicos como Eri Zolov, profesor de Historia en la Universidad Stony Brook de Nueva York, vinculan el fenómeno con el clima de temor migratorio tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca y sus promesas de intensificar las deportaciones.

India y México: presión diplomática y reacción de los mercados

En paralelo, la comunidad india –la más numerosa entre los inmigrantes de alto ingreso en Estados Unidos– ha sido particularmente vocal en su rechazo. Más de 2.9 millones de indios en territorio estadounidense enviaron casi 32 mil millones de dólares a su país en 2024, lo que representa más del 27% de las remesas que India recibió ese año.

Presionado por diplomáticos y bancos internacionales, el Senado habría optado por una versión menos lesiva del impuesto, aunque aún no está claro si la medida –tal como está formulada– contará con el respaldo suficiente para ser aprobada antes del receso legislativo de julio.

En los mercados, la noticia del recorte al 1% provocó una subida temporal del 13% en las acciones de la plataforma de transferencias Remitly, reflejo del alivio percibido por los inversionistas ante el menor impacto operativo.

Un impuesto que persiste, aunque más tenue

A pesar del ajuste, analistas advierten que incluso un gravamen reducido podría fomentar el uso de canales informales para el envío de dinero –con los consiguientes riesgos de evasión fiscal, lavado de dinero y vulnerabilidad del usuario–, además de profundizar la exclusión financiera entre los migrantes de menores ingresos.

“Este tipo de medidas terminan afectando más a quienes menos tienen acceso a alternativas bancarias formales”, señaló un estudio reciente del BBVA Research, que califica el impuesto como “injusto, regresivo y de impacto limitado en la recaudación total”.

La propuesta permanece como una prioridad de la administración Trump, que ha vinculado su aprobación a la financiación de políticas de seguridad fronteriza, entre ellas el incremento del personal migratorio y la reactivación de operativos de deportación masiva.

El debate que sigue

El paso atrás del Senado en su intento por gravar con mayor agresividad las remesas es un reflejo de las complejidades políticas y económicas que rodean el tema migratorio en Estados Unidos. Aunque la reducción al 1% busca ofrecer un punto medio, su implementación –si llega a concretarse– continuará generando debate en un contexto internacional ya marcado por tensiones diplomáticas, presiones fiscales y una creciente incertidumbre en las comunidades migrantes. (De la Redacción/El DIario de El Paso)

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