Ciudad de México.- Al afirmar que la gentrificación y la turistificación' son una forma de despojo de mexicanos por parte de extranjeros, la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIIDTT) anunció un foro sobre estas «problemáticas» en Oaxaca.

En una conferencia de prensa realizada en el Zócalo de la entidad, integrantes de dicha organización comunitaria con base en la región del Istmo de Tehuantepec anunciaron el «Encuentro Nacional contra la Gentrificación».

Ante periodistas locales detallaron que éste se realizará del 16 al 21 de julio en Santa María Atzompa, ubicada en la región de Valles Centrales, aproximadamente a 8 kilómetros (a no más de 40 minutos) del centro de Oaxaca.

El objetivo, dijeron, es escuchar opiniones de habitantes y expertos sobre estos dos fenómenos sociales para buscar propuestas y planes de acción que combatan lo que, consideraron, ha desplazado a los oaxaqueños de las tierras donde habitaron sus ancestros.

«La gentrificación y turistificación continúan devastando nuestras ciudades, pueblos y territorios. Estos fenómenos, impulsados por políticas públicas deliberadas y profundamente neoliberales, están despojando a miles de personas de su derecho a vivir donde nacieron», indicó Mario Quintero, integrante de la organización.

«Desplazando a comunidades enteras, encareciendo la vida cotidiana y reduciendo nuestras calles a decorados, a intereses de servicios financieros. El Gobierno ha optado por desestimar la protesta ciudadana acusándola de xenofobia o discriminación hacia personas extranjeras», agregó con respecto a la manifestación que terminó en destrozos en la Ciudad de México la semana pasada.

El vocero de APIIDTT consideró que la intención de autoridades es desacreditar movilizaciones contra la gentrificación, con el argumento del desdén a extranjeros.

Al leer un pronunciamiento, culpó a los fondos inmobiliarios y a funcionarios que con sus acciones han beneficiado a que personas de otros países vengan a habitar territorio mexicano. También reprochó el «folclorizar» a las culturas con el mote de pueblos mágicos.

«El Estado ha impulsado una nueva forma de despojo, folcloriza las culturas originarias, las convierte en atractivo turístico y las vende al mejor postor. Las propias comunidades son desplazadas o empobrecidas», añadió.

Los activistas criticaron la postura del Gobierno de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) al afirmar que no hay acciones efectivas a favor de la vivienda para mexicanos o la reivindicación de pueblos originarios.

«A la ciudad neoliberal le pondremos resistencia», subrayaron.

Entre las peticiones, la Asamblea de Pueblos del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio enlistó: cese inmediato de «megaproyectos disfrazados de desarrollo», reconocimiento a zonas indígenas y populares, regulación estricta de plataformas de hospedaje, y expropiación de viviendas «acaparadas» por fondos de inmobiliarias.

«Que deje de usar el discurso de odio al extranjero como escudo político para no hablar del verdadero problema al modelo neoliberal de ciudad y territorio», apuntó Quintero.

«Esta lucha no es nacionalista ni xenófoba, es una lucha por la vida, por la dignidad y por el derecho a quedarse ¡No es turismofobia, es despojo!».

Otras organizaciones que se han sumado a esta iniciativa son Radical y Miscelánea Oaxaqueña de Acción Común.

La APIIDTT está integrada por asambleas y autoridades indígenas, tradicionales y agrarias, así como por colectivos y cooperativas indígenas.

A sus miembros se les ha visto encabezar protestas en defensa de la tierra, el territorio y los bienes naturales de los pueblos indígenas frente a la implementación de megaproyectos (como los eólicos o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec) y otras iniciativas que consideran que amenazan su forma de vida tradicional, su soberanía alimentaria y el medio ambiente.

Se les conoce por entablar alianzas regionales, nacionales e internacionales con asociaciones con su mismo objetivo y han manifestado su cercanía con el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

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