Ciudad Juárez.- Entre platos desechables con restos de pollo, vasos a medio llenar y papas fritas sin terminar, tres canes de la raza pug permanecían inmóviles en la cochera.
Este sábado por la mañana los animales estaban quietos muy cerca del disco metálico conectado al tanque de gas utilizado por el propietario de la casa, ubicada en las calles Edelmira Viuda de Escudero y Elena Arizmendi Mejía, para preparar los alimentos que compartieron con la familia de su esposa convidados desde el viernes al mediodía.
El bullicio de la noche anterior contrastaba con el silencio de ayer. Algunas ventanas tenían los cristales destrozados. Las sillas estaban volteadas en el piso recubierto de sangre, testigos mudos de la que pudo ser la peor masacre de este año.
Irrumpieron la velada
La fachada de la vivienda mostraba al menos 39 perforaciones causadas por proyectiles de arma larga y corta que accionaron integrantes de un grupo armado que irrumpió a la vivienda donde se celebraba la tranquila velada.
En el suelo, entre la sangre seca, el personal forense levantó 17 casquillos calibre .223 y 22 de 9 milímetros. Afuera de la casa quedaron dos vehículos estacionados, un Nissan Altima y una Ford Explorer, ambos en color gris, que presentaban impactos de bala en carrocería y parabrisas.
El ataque ocurrió la noche del viernes, cerca de las 23:45 horas, cuando cuatro hombres armados descendieron de un vehículo compacto gris, presuntamente un Chevrolet Cavalier, y preguntaron por un hombre identificado como Iván, apodado “El Aspi”, y supuesto integrante del grupo delictivo “Los Artistas Asesinos”.
Presuntamente esta persona escapó y los agresores dispararon las armas al piso de concreto, por lo que las lesiones sufridas por los heridos fueron prácticamente por las esquirlas de bala.
“Con el poder del armamento que llevaban pudieron matar fácilmente a todos, parece que esa no era la intención. Las lesiones son por esquirlas”, dijo un jefe policiaco de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).
El saldo fue de nueve personas heridas: cuatro hombres, cinco mujeres, entre ellas una bebé de siete meses y una niña de ocho años.
Se unieron vecinos a ayudar
Vecinos narraron que fueron ellos quienes comenzaron a trasladarlos en sus autos particulares a distintos hospitales. Decidieron hacerlo así ante el temor de la tardanza de los cuerpos de emergencia.
En el Hospital Regional de Zona número 66, del Instituto Mexicano del Seguro Social, fueron ingresados Perla Pamela A. G., de 19 años, con heridas en el pecho, abdomen y pierna derecha; ella es quizá la más afectada; Misael G. G., de 23, con lesiones en la cabeza y espalda; y la menor L. A. G. T., de siete meses, con una lesión por esquirlas en el pie izquierdo, según el reporte médico.
A la clínica especializada UME arribaron César A. V., de 48 años, con una lesión en el pie derecho; José Luis O., de 31, con una herida en la mano izquierda; Julio César A. G., de 30, con lesiones en el fémur derecho y pie izquierdo; Claudia Janeth A. G., de 31, con una lesión en la pierna izquierda; y C. Y. O. A., de ocho años, con una herida similar en la pierna izquierda. Todos fueron trasladados a bordo de un vehículo particular y actualmente son reportados como estables.
En el Hospital General fue atendida Emma Alejandra G. T., de 31 años, con una herida en la pierna derecha.
Huyeron agresores rápidamente
Una mujer que habita en la misma cuadra relató que los disparos fueron inmediatos y que algunos vecinos salieron a auxiliar sin saber aún que había niños heridos. “Fue a la mamá, al papá, al hijo, a la nuera, y también a una niña y a una bebé”, dijo. Otro testigo refirió que los agresores huyeron rápidamente, y eso permitió a los vecinos organizarse para el traslado de los heridos.
Los elementos de la SSPM fueron los primeros en llegar, minutos después del reporte realizado por los vecinos al 911. Más tarde arribaron peritos de la Fiscalía estatal, agentes de investigación y personal de grúas para asegurar los vehículos baleados. La escena fue asegurada durante la madrugada.
Vecinos señalaron que la familia atacada no había reportado amenazas ni problemas previos. “Siempre han vivido aquí, son conocidos, trabajadores. Nunca han tenido conflictos”, dijo una residente del sector.
Frente a la casa donde ocurrió el ataque se observaron algunas cámaras de video.
La vivienda permanece con la fachada dañada, las huellas del convivio aún visibles, y los tres pug a la espera de los lesionados. Hasta el cierre de esta edición ninguna corporación policiaca reportaba detenidos.