El reciente anuncio de la aplicación de nuevos aranceles aleja el clima de certidumbre para el sector empresarial de esta frontera.

La famosa carta dirigida al gobierno federal desde la Casa Blanca donde se menciona la aplicación de aranceles del 30 por ciento a productos provenientes de México a partir del 1 de agosto agudiza la ya existente crisis en la economía fronteriza.

El cierre de empresas, y el recorte de personal en muchas otras ha sido la constante en Ciudad Juárez durante todo este 2025. Lo más inquietante es que el panorama para la industria maquiladora y para el comercio fronterizo parece que no será favorable en lo que resta del año.

Durante el semestre que recién concluyó, fue evidente el gran esfuerzo que estuvieron realizando las plantas maquiladoras juarenses para mantener a flote sus operaciones.

Algunas empresas ya están notificando a sus empleados sobre la manera en que pueden contribuir para poder salir adelante el segundo semestre de este año. Por lo pronto se están reduciendo un buen número de viajes nacionales e internacionales. Salvo que algún proceso realmente lo requiera. También se están reduciendo bonos y prestaciones en el personal en los casos que se puedan, sobre todo a nivel administrativo.

Asimismo, en algunas plantas están acordando paros técnicos escalonados, como un día al mes sin paga. Todo con el propósito de que se despida al menor número de empleados. Ya de por sí el panorama no pintaba muy favorable hasta ahora; y con este nuevo anuncio arancelario se complican mucho más la situación económica.

Así como se ve de complicado este escenario en la frontera, así se percibe en muchas partes del país. Por lo que se hace necesario implementar algunas medidas para lograr sobrevivir a esta crisis. La principal será modificar todos los esquemas que se tenían si es necesario. Tratar de ahorrar y cuidar lo mejor posible los ingresos, porque no se sabe hasta dónde alcanzará la liga para estirarla.

Desafortunadamente, Ciudad Juárez cerró junio con 11 mil 450 empresas registradas ante el Seguro Social, 40 menos que en mayo. Con esta disminución, la ciudad acumuló 555 patrones perdidos desde octubre de 2023, cuando se alcanzó el pico de 12 mil 005 registros, de acuerdo con el reporte mensual del IMSS.

Varios empresarios de esta frontera han advertido que muchas de estas firmas enfrentan presiones fiscales y regulatorias, lo que las ha orillado a cerrar o moverse a la informalidad, impactando en el flujo económico. En muchos casos esto significa la eliminación de muchos empleos.

Y es obvio que a nadie le conviene que en estos momentos cierren más empresas, porque significa menos fuentes de empleo, menos impuestos y menos dinero circulando en la ciudad. Es urgente que las empresas y Gobierno hagan un análisis sobre lo que se tiene que hacer para poder evitar estos cierres. Porque la pérdida de empresas representa un foco rojo para la economía, especialmente porque las pequeñas y medianas empresas, que son las que más han salido afectadas, siendo que generan gran parte del empleo y del dinamismo comercial. La desaparición de este sector afecta a una amplia red de servicios. Lo que más se necesita es apoyo, porque cuando una empresa deja de pagar generalmente es porque no tiene o por desconocimiento. Lo ideal sería que antes de cerrar las empresas se acerquen a sus cámaras y vean si pueden evitar estos cierres.

Esta incertidumbre que debe ser atendida y entendida por los tres niveles de gobierno ya se ha prolongado más de lo necesario y tiene detenidos muchos planes y mucha inversión en esta frontera. El daño ya está hecho, ahora lo que se debe buscar es que este se prolongue lo menos posible. De lo contrario se estaría entrando en una crisis de pronóstico reservado.

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