El hallazgo del cuerpo de su hijo en una bodega maloliente de la funeraria que, presuntamente, debería estar cerrada y sin operar, mantiene al borde de una crisis nerviosa a la familia Iglesias Martínez, que ahora tiene unas cenizas y un cadáver sin sepultar.
El cuerpo asegurado el sábado 12 de julio en la funeraria Del Carmen corresponde a José María Iglesias Martínez, un hombre de 23 años que fue víctima de un asalto a mano armada en la colonia Mariano Escobedo y a quien su madre y esposa buscaban al no creer que las cenizas que recibieron fueran de él.
Mientras la madre reclamaba las cenizas de su hijo y los dueños de la funeraria le cobraban el resto de servicio que quedaron debiendo, el cuerpo embalsamado del hombre estaba oculto en un cuarto que carecía de refrigeración.
Anteriormente la madre declaró a El Diario que su hijo, quien fue asesinado, sería cremado en El Paso porque así se lo informaron los dueños de la funeraria, sin embargo esto no ocurrió ya que la víctima no contaba con visa láser, por lo que no era posible el cruce a territorio estadounidense del cadáver.
La esposa de José María fue con personal de la Aduana estadounidense y ahí les aseguraron que ningún cadáver mexicano había cruzado para cremación en las fechas que ella les mencionó.
Ambas mujeres recordaron que al término de la misa de cuerpo presente, la esposa se iría en la carroza con su marido para estar presente en la cremación, ya que el vendedor del servicio, de apellido Arriaga, les dijo al inicio que sí era factible, pero cuando la madre preguntó le dijo que eso no iba a ser posible.
“Él le dijo que no, le dijo ‘es que vamos aquí a la funeraria, todavía no nos traen los papeles porque es tardado y ahorita el cuerpo de su hijo va otra vez a funeraria’. A pesar de que él ya se lo había ofrecido a ella, que podía estar presente sin ningún problema. Entonces yo le dije, bueno, entonces yo cómo voy a saber que sí es mi hijo y me dijo porque yo soy el que transportó los cuerpos”, explicó la madre que pidió la reserva de su nombre.
“Hasta el día 11 de junio me entregaron las cenizas, entonces nomás me dio la urna. Y la urna no venía sellada”, recordó.
El responsable de la funeraria le explicó que no la selló por si después la familia quiere cambiar de urna.
“Entonces yo, al agarrar la urna, le pregunté si está pesada y luego me dijo ‘sí’, y yo la agarré y no estaba pesada porque yo ya había tenido las cenizas de mi papá, pero mi papá sí fue cremado en Estados Unidos y las cenizas sí estaban pesadas, sino que cuando ya la destapé miré las cenizas y a mí se me hicieron como una textura muy diferente a las de mi papá. Yo le miré como brillitos”, explicó.
Entonces se pusieron a investigar en Internet cómo sería la textura de las cenizas y no coincidían.
Lo peor para la familia ocurrió el 26 de junio cuando es descubierta la enorme bodega con cuerpos en el crematorio Plenitud, situado en la colonia Granjas Polo Gamboa. El miedo llegó a la familia que empezó a investigar y descubrieron que el cuerpo jamás cruzó a El Paso y aunque tenían las cenizas no tenían documentos que les precisaran dónde fue cremado.
Al regresar a la funeraria a pedir los documentos del crematorio de su hijo, fue cuando empezó el peregrinar porque sólo les cobraron el faltante de los servicios, unos seis mil pesos y no obtuvieron respuestas. Fue entonces que acudieron a la Fiscalía General del Estado con todo y urna y descubrieron que el cadáver, por ser de una persona que murió de manera violenta, no podía ser cremado en Juárez, y aunque el agente del Ministerio Público Masahiko López autorizó el traslado del cuerpo a la vecina ciudad, el cadáver no llegó al crematorio.
Después de días de angustia, el lunes la familia confirmó que el cadáver de José María había sido recuperado y hasta el cierre de esta edición permanecía en el Servicio Médico Forense y la familia, además del enojo y el dolor que siente, carece de recursos para cubrir otra vez el gasto de un servicio funerario digno para su ser querido.
El fiscal de Distrito en la Zona Norte informó ayer que la funeraria Del Carmen ya tenía una suspensión en sus actividades desde hace aproximadamente cuatro meses atrás y se hizo un cateo para ver el aspecto documental.
“Fue Coespris el que encontró ahí un cadáver, no tenía por qué haber estado ahí. Una vez que se analizó este cadáver que estaba total y absolutamente sellado, embalsamado, ya logramos la identificación del mismo, ya se le avisó a su familiar y ya en su momento también procederemos a hacer todo este proceso”, agregó.
“Y desde luego que fue una actitud fraudulenta también, independiente de violaciones a la ley de inhumación y exhumación. Ahí hay un detenido mismo que se pondrá a disposición del juez de Control y desde luego que seguimos trabajando para fincar responsabilidades a otras gentes”, declaró el fiscal.

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