Chihuahua, Chih.- La espera para Mya terminó y es que finalmente, un juez federal ordenó la prisión para Erick David B.C., exnovio de ella y quien la apuñaló 47 veces en octubre de 2022; ahora deberá comparecer ante el juez de la causa penal, quien determinará si será encerrado en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai) o en el Cereso con los adultos. El responsable ya obtuvo una sentencia de tres años y ocho meses de internamiento en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores (Cersai); sin embargo, no ha sido cumplida debido a que el acusado presentó un amparo que frenó el proceso.
Ante esto, Martha González Rentería del Centro de Atención a la Mujer Trabajadora y quien ha acompañado a la víctima, dijo que no habrá audiencia de ratificación de sentencia.
“La juez y el juez se pusieron las pilas y en cuanto les llegó la información de acá del Tribunal Federal de que estaba negado el amparo, inmediatamente lo dictaminaron y están ordenando que este se presente en cinco días naturales, ni siquiera hábiles; así es que el internamiento tiene que ser de manera voluntaria y si no lo hace, le tendrá que ser girada una orden de aprehensión”, explicó la activista.
En cuanto a si existe el temor de que huya, González Rentería recordó que Erick David trae un brazalete lo cual lo haría más difícil.
“Lo más seguro es que el martes, que es el día que se cumple el plazo, él se presente al Cersai, tiene que presentarse ahí porque el delito lo cometió cuando era adolescente”, dijo.
Al preguntarle a Mya qué opinaba sobre esta decisión, ella sólo respondió: “quisiera abstenerme hasta que esté detenido”.
En diciembre de 2023, un juzgado con sede en Delicias encontró penalmente responsable de los delitos de lesiones calificadas y violencia familiar a Érick B. C., quien apuñaló en 47 ocasiones a su expareja, Mya Naomi, cuando ambos tenían apenas 17 años.
Durante las diversas audiencias, el tribunal valoró las pruebas ofrecidas por ambas partes y concluyó que hay elementos suficientes para determinar que Érick es culpable.
El 12 de octubre de 2022, Mya Naomi, una joven camarguense de 17 años, fue atacada por su entonces novio, Érick, quien le propinó 47 heridas de arma blanca en el cuello, tórax, cabeza, espalda, brazos y manos.
La joven tuvo que ser intervenida quirúrgicamente, recibir transfusiones sanguíneas y enfrentar tres factores de muerte. Durante su recuperación, la gravedad de las heridas le impedía incluso comer y beber.
La propia víctima narró que Érick ya había tenido comportamientos violentos pero, en esa ocasión, todo escaló muy rápido cuando le advirtió que debía atender sus problemas de adicción si quería estar con ella.
En ese momento ambos se encontraban en un automóvil; Érick comenzó a exigirle el acceso a sus redes sociales para revisarlas y la insultó.
Asustada, Mya bajó del vehículo para refugiarse en su casa, pero él la siguió, la rodeó con su brazo y comenzó a lastimarla con su navaja.
«Perdóname mi amor», dijo Érick cuando Mya comenzó a sangrar, pero ella gritó por ayuda. Él comenzó a apuñalarla de nuevo y luego la dejó abandonada cuando un hombre se acercó para decirle que parara.
Aunque el sujeto llamó a una ambulancia, dejó a Mya a su suerte. Finalmente fue la madre de Érick la que llegó al lugar.
Cuando el agresor fue presentado ante el juez Érick Estrada, éste decidió reclasificar el delito de tentativa de feminicidio, formulado por el Ministerio Público, a sólo lesiones calificadas y violencia familiar, motivo por el cual también modificó la medida cautelar de internamiento a libertad condicional y le impuso como restricciones: no acercarse a la víctima, no acercarse a Camargo, no salir de Delicias y tomar terapias.
Por ello, la Fiscalía apeló la resolución y consiguió que, en segunda instancia, el magistrado Rogelio Guzmán Holguín dictará el internamiento preventivo, pero el adolescente agresor no acudió a la audiencia en la que se le impondría esta medida cautelar el 31 de enero.
Érick se mantuvo oculto y tramitó un amparo para poder seguir en libertad hasta la conclusión del proceso penal en el que, finalmente, fue encontrado culpable; sin embargo, debido a recursos jurídicos, este no ha sido internado.