Nueva York.- Hay una nueva advertencia escondida en la oferta pública de adquisición de SpaceX, propiedad de Elon Musk: el multimillonario podría no haber terminado con la política todavía.
Musk se desempeñó anteriormente como asesor principal del Presidente Donald Trump «en relación con el Departamento de Eficiencia Gubernamental y podría en el futuro desempeñar funciones similares y dedicar una cantidad significativa de tiempo y energía a dichas funciones», según documentos revisados por Bloomberg y personas familiarizadas con el contenido que no estaban autorizadas a hablar públicamente sobre el asunto.
La compañía agregó el lenguaje que establece dichos «factores de riesgo» en la documentación enviada a los inversionistas que discutieron la transacción. Se cree que es la primera vez que este lenguaje aparece en estas ofertas públicas de adquisición, dijeron algunas de estas personas.
La oferta más reciente de SpaceX valora al fabricante de cohetes y satélites en aproximadamente 400 mil millones de dólares, lo que la convertiría en la empresa privada más valiosa del mundo.
Representantes de Musk y SpaceX no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los giros políticos de Musk
Desde que dejó formalmente la administración Trump a finales de mayo, tras desempeñar un papel importante en la iniciativa del Presidente para reducir drásticamente el tamaño del gobierno estadounidense, Musk ha dudado sobre su nivel de participación.
En mayo, Musk prometió volver a centrarse en Tesla Inc, su startup de inteligencia artificial xAI y el resto de su imperio empresarial, y reducir su gasto político. Sin embargo, tras una disputa con Trump que salió a la luz pública, Musk atacó al Presidente y a los congresistas republicanos por aprobar un paquete de impuestos y gastos, y en julio prometió formar un nuevo partido político para destituir a los congresistas.
Unas semanas después, Musk declaró que su atención había vuelto a sus cinco empresas. «De vuelta a trabajar 7 días a la semana y dormir en la oficina si mis hijos pequeños no están», declaró el domingo en su red social, X.
Pero la advertencia incluida en los recientes documentos de oferta de SpaceX sirve como recordatorio para los inversionistas en cualquiera de los negocios de Musk de que pocas cosas en el mundo del multimillonario, o en la administración Trump, son realmente definitivas.
SpaceX es un contratista gubernamental clave, tanto para la NASA como para el ejército estadounidense. Además de lanzar sus cohetes Falcon y trabajar en el desarrollo de Starship, diseñado para llevar humanos a Marte, SpaceX supervisa una red de aproximadamente 8 mil satélites espaciales conocida como Starlink.
Como parte de la reciente oferta pública de adquisición de SpaceX, ciertos accionistas podrán vender participaciones en la compañía, una opción cada vez más popular para las startups que se mantienen privadas por más tiempo, pero que desean dar a los primeros empleados e inversionistas la oportunidad de obtener ganancias.
SpaceX recomprará hasta mil 250 millones de dólares en acciones a empleados y otros accionistas, según informó Bloomberg.