Ciudad Juárez.- Estudiantes de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) han reportado dificultades para concretar sus horarios al inicio del semestre, debido a la saturación de grupos, traslapes en las asignaturas y limitaciones de cupo en los institutos con mayor matrícula como ICSA y Ciudad Universitaria (CU).
Jesús Contreras, alumno de ICSA, explicó que aunque logró inscribirse en algunas materias, no pudo completar su horario debido al traslape de clases. “Hay materias obligatorias que sólo se ofrecen a la misma hora. Intenté armar el horario completo, pero se empalman”, dijo.
Guadalupe Gaytán, secretaria académica de la UACJ, explicó que estas situaciones se presentan cada semestre como parte de una dinámica que depende en gran medida del comportamiento de los propios alumnos.
Detalló que los horarios se organizan desde el ciclo anterior con base en el número estimado de estudiantes por nivel, y el proceso de inscripción se asigna de acuerdo con el promedio y avance académico de cada alumno.
“Hay grupos que no se pueden ampliar. Algunas materias se imparten en centros de cómputo, talleres o laboratorios, y el cupo está limitado por razones técnicas o de seguridad”, explicó.
Señaló que muchos estudiantes inscriben más materias de las que realmente piensan cursar y posteriormente las abandonan, lo que distorsiona temporalmente la disponibilidad de espacios en los grupos.
Indicó que los jefes de departamento en cada instituto monitorean la ocupación de los grupos para detectar cuáles están saturados y evaluar la posibilidad de abrir nuevos horarios.
Sin embargo, la mayoría de los alumnos busca concentrar sus clases en horarios específicos, como de 8:00 a 13:00 horas o de 17:00 a 21:00 horas, lo que complica la distribución equitativa del alumnado.
La saturación ha generado filas largas en oficinas administrativas y demoras en la atención.
Mariana González, estudiante de CU, indicó que acudió desde temprana hora para resolver su carga académica, pero no logró obtener una respuesta inmediata. “Estuve esperando varias horas y me dijeron que todavía no pueden hacer cambios porque el sistema no está habilitado”, señaló.
Gaytán señaló que la universidad ha ampliado la cobertura tanto en el Campus Norte como en CU.
Explicó que CU alberga cerca de siete mil estudiantes, mientras que ICSA tiene más de diez mil.
En comparación, otros institutos como Ingeniería y ICB cuentan con entre tres mil y cinco mil estudiantes.
Esta diferencia en matrícula genera mayores retos en la organización de horarios y espacios.
Recordó que anteriormente los programas académicos estaban vinculados a un solo campus, pero ahora se da al estudiante la posibilidad de elegir entre CU o Campus Norte, lo que ha incrementado la demanda en algunas sedes, particularmente entre quienes viven cerca de una de ellas.
También afirmó que muchos estudiantes deciden hasta el último día qué materias tomarán, lo cual afecta la planeación.
Comentó que, como exjefa de departamento, le tocó observar grupos que se llenaban durante vacaciones y que posteriormente se vaciaban cuando los estudiantes liberaban materias que ya no pensaban cursar.
Por su parte, Paola Reyes, estudiante de nuevo ingreso, expresó que no sabía a dónde acudir para completar su inscripción.
“Fui a Control Escolar pero había fila y no todos sabían cómo apoyarnos. Apenas estamos aprendiendo el proceso y no es claro”, comentó.
La funcionaria explicó que se realiza un análisis de los grupos con baja demanda para identificar las causas, así como de los que están sobresaturados para valorar la viabilidad de abrir nuevos horarios.
Reiteró que el proceso de inscripción y la confirmación oportuna del trámite permiten a los estudiantes con mejor promedio y mayor avance tener mayores opciones de selección.
Indicó que el primer contacto para resolver dificultades debe ser el coordinador de programa, aunque también existe una oficina de servicios académicos o control escolar en cada instituto que brinda atención a estudiantes, incluidos los de nuevo ingreso que no han concluido su trámite.
Las autoridades universitarias continúan supervisando la inscripción y realizando ajustes conforme a la demanda detectada por los institutos.