El reforzamiento de controles antilavado en la banca mexicana, a través del «derisking», afectará a todos los usuarios del sistema financiero.
Expertos del sector consideran que las instituciones financieras serán más incisivas con las personas físicas, morales y personas físicas con actividad empresarial, a raíz de las acusaciones de Estados Unidos contra CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa.
REFORMA publicó ayer que con el «derisking», los bancos están depurando sus carteras de clientes y negocios para «barrer» con todos los que pueden representar un riesgo.
A ello se suma que las instituciones irán a un nivel mucho más profundo en el monitoreo y conocimiento de la operación de cada usuario, su red de contactos o empresas con las que a operan, afirmó Luis Hernández Rangel, CEO de Banco Actinver.
También habrá máxima identificación de quiénes son los dueños en el caso de que el cliente sea una empresa.
«Revisar el patrón de relacionamiento de tu cliente con sus beneficiarios o con sus propios clientes, la única manera de poderlo hacer es que tienes que pedirles más información.
«Posiblemente les requeriremos un poco más de información y de profundidad al momento de originar nuevo negocio, sin duda», aseveró el CEO de Banco Actinver en entrevista ayer.
Pedro Said, especialista del sector bancario y financiero de la firma Basham, Ringe y Correa, destacó que el «derisking» y los mayores controles antilavado podrían afectar a los usuarios en el bloqueo de ciertas operaciones que se juzguen como riesgosas o rechazos en apertura de cuentas.
«Lo que estamos viendo ahora es que, tras el caso de las dos instituciones y la designación terrorista de los cárteles, muchos bancos están entrando en modo defensivo, esto se traduce en revisiones masivas de expedientes, solicitudes adicionales de información y, en algunos casos, la terminación de relaciones con clientes.
«Para los usuarios, el impacto vendrá de varias formas: desde más trámites, retrasos o bloqueos en operaciones comunes, hasta el cierre unilateral de cuentas o la negativa de abrir nuevas», explicó el experto de la firma.
También podría impactar a ciertos sectores productivos o personas con perfiles internacionales, como quienes reciben remesas o tienen vínculos comerciales con zonas de mayor escrutinio, incluso si no hay ninguna irregularidad real en su operación.