Washington DC, Estados Unidos.– La representante Marjorie Taylor Greene, republicana de Georgia, quien a menudo se presenta como la abanderada de la política MAGA (Hagamos a EU grande de nuevo, por sus siglas en ingles) en el Capitolio, dijo que un «genocidio» está en marcha en la Franja de Gaza, convirtiéndose en la primera miembro de su partido en el Congreso en usar el término mientras condenaba el desastre humanitario que se desarrolla allí.
«Lo más sincero y fácil es decir que el 7 de octubre en Israel fue horrible y que todos los rehenes deben ser devueltos, pero también lo es el genocidio, la crisis humanitaria y la hambruna que ocurren en Gaza», dijo Greene en una publicación en las redes sociales el lunes por la noche.
Esta fue la más contundente de una serie de declaraciones cada vez más intensas que ha hecho en las últimas semanas, criticando la conducción de la guerra por parte de Israel y exigiendo medidas para poner fin al sufrimiento en Gaza. Esta postura supone una clara ruptura con la gran mayoría de los republicanos en el Congreso, quienes han hecho del apoyo incondicional a Israel un sello distintivo de su política exterior.
Los comentarios de Greene fueron una reprimenda directa a un colega republicano en particular, el representante Randy Fine de Florida, quien ha recibido intensas críticas por los comentarios que hizo en las redes sociales la semana pasada en los que calificó las imágenes de niños muriendo de hambre en Gaza como una campaña de «propaganda terrorista musulmana».
«Liberen a los rehenes», escribió Fine.
«Hasta entonces, muéranse de hambre».
Fine, un legislador en su primer mandato que ha hablado abiertamente en el Congreso sobre su fe judía y sus opiniones firmemente pro Israel, hizo estas declaraciones el mismo día en que fue ascendido a un puesto en el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, el influyente panel que se centra en la política internacional.
Fine hizo sus comentarios antes de que el Presidente Donald Trump dijera que había una «hambruna real» en Gaza y se comprometiera a ofrecer apoyo adicional para aumentar la ayuda.
«Eso es una auténtica hambruna; lo veo, y no se puede fingir», dijo Trump el lunes tras una serie de reuniones con líderes europeos en Escocia.
«Tenemos que alimentar a los niños».
Greene ya había comenzado a cambiar de postura antes de los comentarios de Trump, al igual que algunos otros en el movimiento MAGA.
«Apoyar a Israel significa eliminar a todos los terroristas bárbaros de Hamas», escribió el representante Lance Gooden de Texas en redes sociales, según una cita que Greene recirculó.
«También significa rechazar la matanza y el hambre de niños en Gaza».
A principios de este mes, declaró: «Israel bombardeó la Iglesia Católica en Gaza, y toda esa población está siendo exterminada mientras continúan su guerra agresiva en Gaza». Estas declaraciones se produjeron tras un intento fallido, liderado por Greene, de retirar 500 millones de dólares de la financiación militar estadounidense que el Congreso había aprobado como parte del apoyo anual de defensa a Israel.
El esfuerzo fracasó con solo seis miembros, dos republicanos y cuatro demócratas, votando a favor. Esa coalición incluía a la representante Rashida Tlaib, demócrata por Michigan, la única estadounidense de origen palestino en el Congreso.
La colaboración entre Greene y Tlaib en el intento de revocar la financiación del sistema de armas israelí Cúpula de Hierro fue improbable. Hace dos años, Greene lideró un intento fallido de censurar a Tlaib, acusándola de «actividad antisemita» y «simpatizar con terroristas» después de que la demócrata hablara en una protesta propalestina sobre las «condiciones deshumanizantes» en Gaza y pidiera el «levantamiento del bloqueo» a la ayuda humanitaria.
El domingo, Greene publicó en redes sociales que podía afirmar sin lugar a dudas que lo que les ocurrió a personas inocentes en Israel el 7 de octubre fue horrible. «Así como puedo afirmar sin lugar a dudas que lo que les ha estado sucediendo a personas y niños inocentes en Gaza es horrible», siguió.