Ciudad Juárez.- Los expertos que integran la Unidad Especializada en Identificación Humana de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado (FGE) han logrado identificar a 66 de los 386 cuerpos encontrados en el crematorio Plenitud, siete de ellos a través de distintas técnicas de rehidratación cadavérica, informó su coordinador, Javier Sánchez Herrera.
El responsable del trabajo forense y pericial en el estado de Chihuahua explicó que ya tienen 66 cuerpos con nombre, 33 de los cuales ya han sido notificados al Ministerio Público para que sean entregados, mientras que los otros 33 casos se encuentran en espera de que los familiares se acerquen a la Fiscalía para cotejar la información, ya que no forman parte de las más de mil 700 familias que han proporcionado física o virtualmente los datos ante mortem (AM) de sus fallecidos, y no han sido localizadas.
Indicó que según el protocolo de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado (Ceave) la notificación a los familiares la realizan sus psicólogos, quienes han contactado a 19 familias de los 33 cuerpos identificados oficialmente, por lo que se espera que en los próximos días se contacte a las 14 familias restantes.
Mientras tanto, el equipo de peritos odontólogos, antropólogos, médicos y criminalistas que conforman la Unidad Especializada en Identificación Humana, trabaja en la identidad de los 320 cuerpos restantes a través de distintas técnicas científicas, cotejando la información post morten (PM) que se extrajo de cada cadáver y la información ante morten (AM) que han proporcionado las familias.
De los 386 cuerpos que fueron encontrados la noche del 26 de junio en el crematorio ubicado a las afueras de Ciudad Juárez, y que debido a las condiciones en las que fueron recuperados por el Servicio Médico Forense (Semefo) del 27 al 30 de junio, en 181 casos se trabaja con procesos de rehidratación cadavérica de pulpejos o áreas de piel.
La rehidratación cadavérica es una técnica forense que busca restaurar las características de un cuerpo en descomposición o momificado para facilitar su identificación, a través de la rehidratación de sus tejidos, en este caso con el fin de lograr la recuperación de huellas dactilares y tatuajes.
Sin embargo, hasta ayer los forenses habían logrado la identificación sólo en siete casos, debido a que se han enfrentado a diversos retos como el embalsamamiento de los cuerpos, que impide que la fórmula entre a los tejidos, además de que cada funeraria llevó a cabo distintos procesos en los cadáveres, los cuales tenían distinto tiempo en el crematorio y contaban con diferentes niveles de desgaste dactilar.
“Cada proceso, cada uno de los cuerpos ha representado un reto diferente, y los muchachos están haciendo su trabajo precisamente para poder enfrentar esos retos y resolver el problema de cada caso concreto. Porque cada caso es diferente, porque cada uno viene de una funeraria de manera distinta, en cada uno se utilizó un químico diferente, cada uno con una calidad distinta. Todos, todos, todos tienen un reto diferente y la verdad es que los muchachos se la están rifando con el trabajo que estamos haciendo y nosotros queremos dar el resultado lo más pronto posible, el tema es que no es un proceso inmediato… no es que le pongas el químico y que en minutos esté listo”, señaló.
Dichas condiciones han provocado que no todos los procesos sean positivos en todos los casos, por lo que al no ver resultados con una fórmula, los expertos buscan utilizar otra solución que permita la rehidratación.
Explicó que cada proceso de rehidratación de un pulpejo lleva entre cinco y seis días, pero no siempre se puede obtener directamente su impresión, por lo que en algunos casos se realiza un molde para su impresión, la cual sale en negativo (como cuando se revela el rollo de una película fotográfica).
“Si es posible tomarlas directamente, las tomamos directamente para no tener que hacer molde y no tener que hacer la conversión. O sea, aquellas que logramos rehidratar de primera, a esas les ponemos tinta y las imprimimos, digitalizamos las huellas y luego ya las enviamos al Instituto Nacional Electoral (INE). En las que no, sacamos el moldeo, hacemos la impresión de la huella en el moldeo y luego del molde tenemos que cambiarla a positivo, imprimirla, digitalizarla y enviarla”, agregó.
Cotejan datos con el INE
Una vez que las impresiones son enviadas al INE, porque no coincidieron con la base de datos de la FGE, “se van las huellas, cotejan, nos envían ellos posibles candidatos donde para ellos haya ‘pegado’, nosotros lo metemos al laboratorio, hacemos la confirmación, regresamos la confirmación y luego ya nos dicen ellos los datos demográficos. Es un ir y venir de la información, porque las leyes de protección de datos personales no le permiten tampoco al INE darnos información de primera mano hasta que nosotros podemos confirmar en nuestro laboratorio que efectivamente se trata de la misma huella”.
Explicó que al embalsamar los cuerpos les ponen químicos que endurecen el tejido y dificultan la rehidratación cadavérica, por lo cual no en todos los casos se ha logrado la rehidratación en un primer intento y trabajan actualmente con otras fórmulas, y en otros casos se encuentran en la etapa de la reversión de las huellas de negativo a positivo.
“Tenemos un grupo de investigadores dentro de la Fiscalía específicamente en temas de rehidratación cadavérica para poder obtener huellas, tatuajes, etcétera y estamos intentando con esas técnicas, nuevas fórmulas, nuevos procedimientos; haciendo una serie de pasos distintos para poder lograr el objetivo que buscamos, poder imprimir esas huellas para poder llevar a cabo los cotejos con nuestras bases de datos y si no tenemos resultados con el INE”, destacó.
“Es un proceso largo, complicado, es un proceso en el que nosotros tenemos la obligación de darle certeza a las familias, que las familias reciban los restos de sus familiares y no de alguien más… tenemos la obligación de que las familias reciban los restos de sus familiares y no los restos de alguien más, que no vaya a pasar de nueva cuenta lo que les hicieron; nosotros no les vamos a entregar algo que no sea de ellos, como lo hicieron las funerarias”, destacó.
El director de Servicios Periciales y Ciencias Forenses del Estado de Chihuahua hizo un llamado a las familias que tengan un familiar que haya fallecido en los años 2023, 2024 y 2025 y que su certificado de cremación diga: Crematorio Plenitud, para que se acerquen, ya que podría tratarse de uno de los 33 cuerpos cuyas familias no han sido localizadas.