El presidente Donald Trump está considerando una nueva posibilidad de reclasificar la marihuana como una droga menos peligrosa, una medida que podría acercar al gobierno federal a un enfoque ya adoptado en muchos estados.
Trump declaró el lunes que espera decidir en las próximas semanas si apoyará cambios en la regulación de la marihuana. El renovado interés en la marihuana se produce más de un año después de que la administración del expresidente Joe Biden propusiera formalmente la reclasificación de la marihuana . No se tomó ninguna decisión antes de que Biden dejara el cargo.
Mientras tanto, muchos estados ya han ido más allá que el gobierno federal al legalizar el uso recreativo de la marihuana para adultos o permitirla con fines médicos.
¿Cuál es la política federal sobre la marihuana?
La posesión de marihuana sigue siendo un delito federal castigado con multas y prisión. Vender o cultivar marihuana es un delito más grave, castigado con penas de prisión de cinco años a cadena perpetua, según la cantidad de la droga.
El año pasado, el Departamento de Justicia propuso reclasificar la marihuana de una droga de la Lista I, junto con la heroína y el LSD, a una sustancia menos peligrosa de la Lista III, que incluye sustancias como la ketamina y algunos esteroides anabólicos. Sin embargo, este cambio implicó un largo proceso burocrático.
Se recibieron casi 43,000 comentarios públicos ante el gobierno federal sobre el cambio propuesto. La Administración para el Control de Drogas (DEA) aún se encontraba en proceso de revisión cuando Trump sucedió a Biden en enero, lo que desencadenó una reevaluación de las políticas en todo el gobierno federal.
Reclasificar la marihuana no la legalizaría para uso recreativo en adultos a nivel nacional. Más bien, cambiaría su regulación y tributación.
Las deducciones del impuesto federal sobre la renta por gastos comerciales no están disponibles para las empresas involucradas en el tráfico de drogas de la Lista I o II. Convertir la marihuana en una droga de la Lista III podría significar un ahorro fiscal significativo para las empresas con licencia para vender marihuana en los estados donde es legal.
También podría facilitar la investigación sobre la marihuana, ya que es muy difícil realizar estudios clínicos autorizados sobre sustancias de la Lista I.
Debido a la posibilidad de sanciones federales, muchos bancos e instituciones financieras no ofrecen servicios de débito o crédito, préstamos ni otros productos bancarios comunes a los negocios de marihuana autorizados por las leyes estatales. Es poco probable que esto cambie simplemente con la reclasificación de la marihuana bajo la Ley Federal de Sustancias Controladas, según un informe del Servicio de Investigación del Congreso .
¿Qué debe considerar Trump?
Trump está sopesando los pros y contras de un cambio en la política sobre la marihuana, señalando que es un «tema muy complicado».
«He escuchado cosas muy buenas relacionadas con el uso medicinal de la marihuana y cosas malas relacionadas con casi todo lo demás», dijo Trump el lunes.
Los grupos de defensa de la marihuana llevan mucho tiempo presionando al gobierno federal para que suavice su postura. Como candidato, Trump se mostró abierto a una regulación más flexible, y el año pasado publicó en sus redes sociales que se centraría en la investigación para desvincular los usos medicinales de la marihuana de una droga de la Lista 3.
Sin embargo, la reclasificación enfrenta resistencia por parte de algunos conservadores y grupos policiales. La Asociación Nacional de Sheriffs se encontraba entre quienes presentaron oposición por escrito, destacando determinaciones previas de que la marihuana tiene un «alto potencial de abuso» y señalando casos de «intoxicación extrema» y accidentes automovilísticos mortales.
¿Qué está pasando en los estados?
El uso medicinal de la marihuana ya está permitido en 40 estados y el Distrito de Columbia. En los últimos doce años, el número de jurisdicciones que legalizan la marihuana recreativa para adultos aumentó rápidamente a 24 estados y el Distrito de Columbia.
Pero el movimiento sufrió algunos reveses recientes.
Las propuestas de ley para legalizar la marihuana recreativa fracasaron el otoño pasado en Florida, Dakota del Norte y Dakota del Sur. La medida de Florida obtuvo la mayoría de votos, lo cual habría sido suficiente en la mayoría de los estados, pero no alcanzó el 60% necesario para aprobar enmiendas a la constitución estatal.
Este año, los legisladores de Idaho remitieron a votación una propuesta de enmienda constitucional que prohibiría las iniciativas ciudadanas para legalizar la marihuana y, en cambio, dejaría tales decisiones únicamente en manos de la Legislatura.
En otros lugares continúan las iniciativas para intentar incluir la marihuana recreativa en la boleta electoral, incluso en Oklahoma, donde los votantes derrotaron una medida en 2023.
¿Qué dicen los datos sobre el consumo de marihuana?
Alrededor de 6 de cada 10 votantes en todo el país dijeron que están a favor de legalizar el uso recreativo en todo el país, según AP VoteCast, una encuesta de más de 120.000 votantes estadounidenses realizada durante las elecciones del año pasado.
Las encuestas de Gallup muestran que el apoyo a la legalización de la marihuana ha crecido significativamente, desde apenas un 36% en 2005 al 68% el año pasado.
El consumo de marihuana también ha aumentado. Más de 64 millones de estadounidenses mayores de 12 años (el 22,3 % de la población) consumieron marihuana durante el último año, según una encuesta nacional de 2024 publicada recientemente por la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental (SSA). Esta cifra representa un aumento con respecto al 19 % de 2021.
Según la encuesta, el aumento del consumo de marihuana fue impulsado por los adultos de 26 años o más. Sin embargo, las personas de 18 a 25 años siguieron siendo las más propensas a consumir marihuana, con un 35 % que declaró haberla consumido durante el último año.