Ciudad Juárez.– Daniel Alfonso G. M., presunto asesino de Eli, mujer trans encontrada sin vida el 5 de agosto en su casa de la colonia Gregorio M. Solís, tiene principios de esquizofrenia y antecedentes de violencia familiar y homicidio, de acuerdo con información extraoficial.

G. M. se encontraba vagando en las calles del Centro de la ciudad en estado de ebriedad y drogado cuando Eli le habló para coquetearle. Aquella noche, él tenía poco de haber salido del Cereso número 3 por violencia familiar contra su madre, quien lo expulsó de su hogar.

Una historia de abusos

Personal de la Fiscalía General del Estado dijo a El Diario, a condición de anonimato, que G. M. fue en su adolescencia recluido en el Centro de Reinserción Social para Adolescentes Infractores tras el asesinato violento del hermano de su mamá, quien les daba asilo a Daniel Alfonso y a su madre, pero quien ejercía actos de violencia familiar, física y psicológica contra ellos.

Tras la muerte, el entonces adolescente fue condenado a internamiento, y tras su salida volvió a casa de su mamá, pero ya envuelto en adicciones a sustancias nocivas y en una relación violenta, siguió la dinámica abusiva de poder contra su madre, quien en 2024 lo denunció.

Sexo, drogas y muerte

El Diario informó el 8 de agosto que en el mismo mes de 2024 “Daniel caminaba borracho por el Centro de la ciudad. Buscaba al Escuadrón de la Muerte, este mítico grupo de personas alcohólicas que han hecho una hermandad en la zona, pero se encontró con una mujer que le habló bonito, aunque con voz varonil. Le ofreció sexo, y él aceptó. Fueron a casa de ella, tuvieron sexo y ella lo amenazó con tenerlo embrujado y que no podría irse.

“Él se fue, pero se la volvió a encontrar, y volvieron a acostarse, y se repitió el acoso. Por segunda vez dejó la casa 251 de la calle Cobre y no volvió… hasta hace tres semanas”.

Era Eli, quien le compraba clonazepam a Daniel Alfonso G. M. y con quien estuvo bebiendo antes de atacarla hasta la muerte.

G. M. inclusive denunció que Eli lo agredió sexualmente, que lo contagió de enfermedades de transmisión sexual y que lo había golpeado esa última noche que estuvieron en la misma habitación, pero ninguna de esas acusaciones se comprobó.

El hombre se encuentra vinculado a proceso y en prisión preventiva justificada por 24 meses en tanto se resuelve si aceptará o no la responsabilidad penal de lo que fue clasificado como homicidio calificado.

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