Ciudad Juárez.- Aunque el abogado particular Gerardo Echegoyen intentó librar de la vinculación a proceso a Luz Sarai H. M. por secuestro agravado, el intento fue en vano, pues fue vinculada junto con Erick Ernesto L. Z. y Francisco R. Z., por presuntamente privar de la libertad a un conductor de plataforma de 21 años, a quien mutilaron el dedo pequeño de un pie en su exigencia por 200 mil pesos.
El juez Jorge Enrique González Rodríguez valoró que existían pruebas suficientes como el reconocimiento formal ante la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas que realizó la víctima de sus tres presuntos captores, pues identificó a los hombres como quienes lo golpearon y filmaron, así como quienes exigían el dinero, y a Luz Sarai como quien estaba en la casa donde fue mantenido cautivo y reía con los demás detenidos.
De acuerdo con los datos vertidos en audiencia inicial, el martes 19 de agosto, J.J.A.S. (iniciales de la víctima) salió del taller de su papá hacia una maquila por Libramiento, porque le “cayó” un viaje como chofer de “Uber”. Llegó a las 7:35 de la tarde al lugar y seis minutos después ya iba con tres pasajeros rumbo a la zona habitacional del suroriente de la ciudad. Cerca de la avenida Acacias, en el último rastro de civilización antes del desierto juarense que rodea aquel sector, uno de los pasajeros terminó su viaje, pero tras su descenso llegaron tres hombres al coche de la víctima y bajaron a los demás tripulantes y a J.J.A.S. a la fuerza.
Le cubrieron el rostro con su camisa, y luego lo subieron a una minivan Chrysler Town & Country dorada. La siguiente parada fue la casa 336 de Cactus del Desierto, cruce con Alacrán, en Colinas del Norte.
Lo mantuvieron cautivo dos días en los cuales lo amenazaron, golpearon, mutilaron el dedo pequeño de un pie y le intentaron cercenar, sin éxito, una oreja, como parte de los mensajes de amenaza para exigir el pago del rescate.
Su familia depositó 32 mil pesos a dos cuentas de Bancoppel, pero buscaban más, hasta que una denuncia anónima permitió ubicar a la víctima y a los presuntos secuestradores.
Previo a la continuación de audiencia inicial, los dos varones acusados dijeron fuera de micrófono a su abogado que querían “echarse la muleta”, reconocer su responsabilidad penal en el hecho, para librar de culpa a la mujer, pues ella únicamente era la dueña de la casa, según dijo en voz alta al defensor.
Los tres fueron vinculados a proceso y seguirán en prisión preventiva, por lo menos durante los cinco meses próximos en que se realizará la investigación complementaria.