El Modelo Integral de Desarrollo Social (MIDAS) trabaja actualmente con 32 núcleos de acción comunitaria en Ciudad Juárez, donde participan alrededor de tres mil 200 personas de manera directa, y un número mayor de manera indirecta, informó Tania Ivette Dueñas Arreola, coordinadora del proyecto especial.
De acuerdo con Dueñas, el MIDAS comenzó en 2017 en las colonias Campestre Virreyes y José Martí, con la elaboración de diagnósticos comunitarios.
A partir de estos se desarrollaron diálogos deliberativos en los que los propios habitantes identificaron problemáticas prioritarias.
Con base en esa información, se generó una cadena de valor que incluyó la participación de organizaciones de la sociedad civil para implementar proyectos que dieran respuesta a dichas necesidades.
En 2021, el modelo se replicó en la colonia Riberas del Bravo, donde se establecieron nueve etapas de trabajo.
La coordinadora explicó que las acciones abarcan desde la capacitación en inteligencia emocional y primeros auxilios psicológicos, hasta el impulso de emprendimientos comunitarios, apoyados por organizaciones civiles que proporcionan mobiliario y asesoría.
Cada núcleo funciona como detonante de actividades comunitarias, ya que sus integrantes actúan como voceros de temas específicos y multiplicadores de información en sus colonias.
“Un núcleo puede convocar a un número mayor de personas para actividades colectivas, lo que genera un impacto más amplio en la comunidad”, señaló Dueñas.
Actualmente, el enfoque del MIDAS se concentra en el suroriente de la ciudad.
La convocatoria más reciente, publicada el 25 de agosto, estuvo dirigida a organizaciones civiles interesadas en desarrollar proyectos fuera de Riberas del Bravo y Campestre Virreyes.
Estas agrupaciones tendrán la tarea de elaborar diagnósticos en nuevas colonias y plantear proyectos de atención social.
Entre las expansiones previstas se contempla llegar al fraccionamiento El Sauzal, ubicado frente a Riberas del Bravo, siempre y cuando los resultados obtenidos en la colonia actual sean favorables.
“La intención es fortalecer la organización ciudadana para que los propios habitantes sean los principales actores en la búsqueda de soluciones a las problemáticas de sus comunidades”, afirmó la coordinadora.
Habitantes que participan en los núcleos comunitarios reconocieron la importancia del modelo.
María López, vecina de Campestre Virreyes, mencionó que gracias al programa recibió capacitación en primeros auxilios psicológicos, lo que le permitió apoyar a familias de su sector en momentos de crisis.
“Nos enseñaron cómo escuchar y orientar a las personas cuando pasan por situaciones difíciles. Eso me ha servido no sólo en la comunidad, también en mi familia”, dijo.
En Riberas del Bravo, José Martínez relató que pudo iniciar un pequeño taller de carpintería con el apoyo del MIDAS y de una organización civil.
“Yo ya sabía trabajar la madera, pero no tenía las herramientas ni el espacio. Con el apoyo que recibimos ahora puedo producir muebles y también enseñar a jóvenes de la colonia”, señaló.
Por su parte, Ana Castillo, participante en un núcleo de acción comunitaria, destacó que el modelo fortaleció la unión vecinal.
“Antes cada quien veía por su lado, pero ahora sabemos que juntos podemos resolver problemas de la colonia. Desde limpieza de parques hasta gestiones con autoridades, lo hacemos organizado”, comentó.

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