El trabajo académico sobre las personas desaparecidas debe tener un sentido más humano y sumar acciones que realmente lleven a la incidencia política a atender a las familias, reflexionaron ayer organizaciones sociales durante el seminario Cartografías del Dolor y Resistencia: desaparición forzada, necroterritorios y memorias colectivas.
Dentro de la jornada de diálogo entre organizaciones de la sociedad civil que apoyan a grupos afectados por distintas violencias en Ciudad Juárez y la academia, se destacó la sensibilidad que deben tener quienes realizan los estudios para evitar la revictimización de las familias.
“Las investigaciones no solo deben producir conocimiento, sino incidir en la sociedad” indicó Silvia Méndez, directora del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte (CDHPN), durante el segundo día del evento organizado por el investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) Salvador Salazar Gutiérrez y la organización que apoya a 33 familias que tienen a un familiar desaparecido.
Entre las organizaciones participantes se encontraron la Red Mesa de Mujeres, el Centro para el Desarrollo Integral de la Mujer (Cedimac), el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) y la Casa del Migrante. Además, destacaron el trabajo que han realizado en esta frontera mujeres investigadoras en temas de violencia de género como Julia Monárrez, Patricia Hernández y Sandra Bustillos, quienes se han convertido en aliadas solidarias.
Pero también lamentaron que académicos de todo el mundo busquen entrevistas de las familias para lograr sus tesis o publicaciones, a veces sin saber quiénes son ni haber hecho trabajo de investigación previo.
Un buen acompañamiento incide en las familias de manera positiva, como
el caso del CDHPN, en el que tras el trabajo académico de Hazel Dávalos se compartió con las familias, quienes señalaron su interés por obtener atención psicológica y capacitación en antropología forense, indicó Méndez.
Alejandra Corona, coordinadora en Juárez del SJR, y el sacerdote Francisco Javier Bueno, director de la Casa del Migrante, hablaron sobre las violencias que sufren las personas migrantes, en cuya población debe analizarse todo, pero siempre de manera humana, coincidieron.
“Acompañamos las heridas profundas que realmente revelan una convulsión política de estados en donde los que gobiernan son los grupos del crimen organizado con carácter neoliberalista”, dijo Corona.
En el área académica “hay que apostar por lo inviable, por aquello que no se puede ver, y es muy riesgoso”, “Muchas veces los procesos se nos van encasillando en una misma razón lógica”, agregó la activista al señalar la necesidad de “sensibilidad para evitar la revictimización”.
Erika Liliana López López e Isabel Beltrán Gil, del Grupo Interdisciplinario en Antropología Social y Forense (GIASF), concluirán el seminario con un taller privado a las madres y familiares de personas desaparecidas, el cual constará de una introducción a la antropología forense y la cadena de custodia, para mostrarles el trabajo que deben realizar las autoridades desde que un cuerpo es encontrado en una fosa clandestina.
‘Las investigaciones deben incidir en la sociedad’
