Miles de personas se acercaron este sábado al Armani Teatro de Milán para rendir homenaje a Giorgio Armani, el legendario diseñador conocido como el «rey» de la moda, cuyo fallecimiento se produjo el jueves a los 91 años.

Desde primeras horas de la mañana, largas filas se formaron frente al féretro de madera clara colocado en el Teatro, sede del grupo Armani. Los asistentes depositaron coronas de rosas blancas y firmaron los libros de condolencias, mientras compartían recuerdos del modisto.

«Era un hombre increíble, dejó una gran huella. Era un ejemplo, severo, a veces duro, pero muy humano», dijo emocionada Silvia Albonetti, vendedora en Emporio Armani.

Entre los presentes también estuvieron la diseñadora Donatella Versace y el presidente de Ferrari, John Elkann, quienes acudieron a despedir al maestro de la moda.

Armani, dueño de un imperio de lujo valorado en miles de millones de euros, vistió a actores de Hollywood, estrellas de la música y miembros de la realeza con creaciones discretas pero de una confección singular y exquisita.

El emblemático diseñador falleció tras varios meses con problemas de salud. Según el diario Corriere della Sera, murió de una insuficiencia hepática repentina, tras una neumonía que lo había obligado a ser hospitalizado en junio.

La capilla ardiente estará abierta este sábado y domingo, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde (7H00 GMT a 16H00 GMT) en el Teatro, una antigua fábrica de chocolate Nestlé convertida en sede del grupo Armani. Minimalista y elegante, el edificio es uno de los lugares más emblemáticos de Milán, «la capital del estilo».

Historia de amor con Milán

Armani mantenía una «historia de amor» con la ciudad, destacan medios italianos, que repiten sus palabras: «Milán es el centro de mi mundo, siempre me ha inspirado».

«Vengo a rendir homenaje a un hombre que representaba nuestra ciudad, es el fin de una época», dijo Fanny Bucci, milanesa de 55 años, que acudió a la capilla ardiente con su madre.

El diseñador nació en 1934 en Piacenza, en el norte de Italia, en una familia modesta de origen armenio, y llegó a Milán para estudiar medicina, aunque cambió de rumbo al aceptar un trabajo como escaparatista en el famoso almacén Rinascente, donde permaneció hasta los 31 años.

Fue en esta ciudad donde fundó en 1975 la casa Giorgio Armani.

«Era un símbolo de estilo y elegancia que la ciudad echará siempre de menos», declaró el Alcalde de Milán, Beppe Sala, quien decretó un día de luto para la ciudad el lunes, día del funeral del diseñador, que se celebrará de forma privada.

El maestro italiano es reconocido por su contribución a la moda confeccionada especialmente para la alfombra roja, vistiendo a estrellas como Jodie Foster, Cate Blanchett y Beyoncé. Tom Cruise y Katie Holmes eligieron vestir Armani en su boda.

A lo largo de su carrera mantuvo el control total de su empresa mientras pasaba de la moda a hoteles de lujo, cosméticos, accesorios e interiores.

Armani nunca tuvo hijos, pero un sobrino y dos sobrinas trabajan en cargos importantes dentro de su compañía.

Al preguntarle si podía imaginar ser reemplazado como la fuerza creativa de su empresa, bromeó: «Mi ego diría, por supuesto, que nadie trabajaría nunca como Armani», aunque reconoció: «Hay talento por ahí afuera».

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