* En Chihuahua, casos como Superior Industries han puesto al estado en el centro del debate laboral dentro del tratado.
Ciudad de México.— El gobierno de México inició formalmente, por instrucciones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, el proceso de consultas públicas para la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). El canciller Marcelo Ebrard informó que la medida se desarrolla de manera coordinada con la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) y las autoridades de Comercio de Canadá.
Las bases del proceso serán publicadas mañana en el Diario Oficial de la Federación. A partir de ahí, durante 45 días, distintos actores —empresas, sindicatos, académicos, autoridades estatales y ciudadanos— podrán presentar comentarios escritos o participar en audiencias públicas. La primera de estas audiencias está programada para el 17 de noviembre en Washington.
La revisión quinquenal del T-MEC, prevista en el propio acuerdo, permitirá a los tres países evaluar su funcionamiento y proponer ajustes. Entre los temas clave están la competitividad regional, el acceso a mercados, la seguridad económica y el cumplimiento de compromisos laborales y ambientales.
Chihuahua y el T-MEC
En este contexto, Chihuahua ha sido escenario de uno de los casos más sonados en materia laboral bajo el T-MEC. En junio pasado, Estados Unidos activó el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida contra la empresa Superior Industries de México, ubicada en el estado, tras denuncias de violaciones a la libertad sindical presentadas por la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
El procedimiento derivó en medidas de reparación: reinstalación de empleados despedidos por motivos sindicales, pago de compensaciones y la adopción de políticas internas de respeto a la negociación colectiva, según reportó el Centro de Conciliación Laboral Federal en Chihuahua.
“Superior Industries enfrenta riesgos que pueden ser sancionados por las autoridades norteamericanas, incluso un eventual veto a exportaciones”, advirtió Enrique Zertuche, director del Centro, al explicar la importancia de cumplir con los compromisos laborales del tratado.
Además, la Coparmex Chihuahua ha insistido en que el T-MEC debe servir como herramienta de defensa para la economía local, particularmente frente a la imposición de aranceles de parte de Estados Unidos, subrayando que las reglas del acuerdo ofrecen mecanismos para impugnar medidas unilaterales.
Camino por delante
Con la apertura de estas consultas públicas, México busca construir una postura sólida y consensuada antes de sentarse a la mesa con Estados Unidos y Canadá. El reto es amplio: garantizar que el tratado no solo mantenga ventajas comerciales, sino que también asegure condiciones laborales justas, inversión en las regiones y certidumbre jurídica para las empresas.
En Chihuahua, donde la industria manufacturera depende directamente del comercio con Estados Unidos, la revisión del T-MEC se vive con especial atención. Lo que ocurra en este proceso definirá no solo el rumbo de la relación trilateral, sino también el futuro de miles de empleos en la frontera norte.