Para el Papa Francisco los migrantes nunca fueron números ni estadísticas, sino personas e historias, por lo que dejó a los gobernantes, organizaciones, comunidades e Iglesia la encomienda de acogerlos, protegerlos, promoverlos e integrarlos, destacó tras su muerte el sacerdote Francisco Javier Calvillo Salazar.
El jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, quien fue elegido como jefe de la Iglesia católica en marzo de 2013 y murió ayer a los 88 años de edad, siempre será recordado como “el Papa de los Migrantes”, no sólo por su historia familiar, sino porque siempre tuvo entre sus prioridades a las personas migrantes, recordó el religioso, quien durante 13 años estuvo frente a la Casa del Migrante en Juárez.
“He visto la Tierra Prometida, donde no mana leche ni miel”, dijo el Papa Francisco el 17 de febrero de 2016 al ver la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso, recordó ayer el obispo José Guadalupe Torres Campos, durante la misa que celebró en su honor en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Oró por los migrantes del mundo
Entonces, la frontera no contaba con el muro de acero del presidente Donald Trump de más de 12 metros de altura, rodeado de rollos de alambres de púas, como ahora, sino con una malla metálica que dejaba ver del otro lado. Frente a ella, el Papa oró por todos los migrantes del mundo, “con ganas de llorar al ver tanta esperanza en un pueblo tan sufrido”.
“Lo más hermoso es que escogiera Juárez, por todo el caminar, y lo más significativo fue que estuvo con los migrantes… fue un Papa que experimentó en su vida la migración”, destacó Calvillo Salazar, sobre el hombre de raíces italianas, pero cuya familia tuvo que migrar a Argentina.
Dijo que fue un Papa muy sensible, que nunca se calló frente a los gobernantes, ni ante nadie para defender a los migrantes, y cuando vino, desde que llegó al aeropuerto estaba ansioso por ir a la frontera, por ir al río Bravo.
“Venía de una familia migrante y él siempre expresó y siempre vivió eso, sus padres tuvieron que salir (de Europa) y a él le marcó mucho su ministerio, y cuando llegó al pontificado, una de sus vertientes fue el reconocer a los migrantes, fue a África, salió, pidió; es recordado como el padre o el defensor de los migrantes”, externó.
Pidió crear puentes y no muros
El Papa, quien eligió un nombre diferente para su papado en honor a San Francisco de Asís, siempre pidió crear puentes y no muros, así como un legado de trabajo a favor de las personas en movilidad que continúan en Juárez, en espacios como la Casa del Migrante, ahora a cargo del sacerdote Francisco Javier Bueno Guillén, como el comedor que abrió el Ministerio para Migrantes de la Sociedad San Columbano en Juárez desde 2019.
“Con él dio mucha esperanza la Iglesia, que alguien venga y nos invita a ser solidarios, a trabajar con los más pobres y a caminar por los más pobres. Nos dejó un legado para seguir”, dijo Cristina Coronado, coordinadora del comedor ubicado en las oficinas de la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
Destacó que el Papa Francisco impulsó el trabajo de la Iglesia con los migrantes y su papado fue un llamado por los pobres de la Tierra, entre ellos quienes tienen que dejar sus lugares de origen.
“Fue la voz más fuerte por los migrantes durante los últimos años, yo creo que el mundo no va a quedar tan indiferente a esto. Su muerte seguramente nos va ayudar a reflexionar” y a visibilizar la indiferencia hacia los migrantes.
El sacerdote estadounidense Guillermo Morton, de la iglesia de Corpus Christi en Anapra, recordó también que el Papa pidió “acoger”, “proteger”, “promover” e “integrar” a los migrantes; sin embargo, destacó que el trabajo por los migrantes no fue su único legado.
‘Su legado era demasiado grande’
“Su legado era demasiado grande, él transformó la Iglesia entera y su perspectiva, su compasión, su honestidad, su sencillez toca todas las cosas del Vaticano y de la Iglesia católica”; sin embargo, “su voz profética, su puesto como ángel de la guardia de las personas migrantes fue sumamente importante”, indicó.
Ileana Sorto, de El Salvador, también lamentó ayer la muerte del pontífice, pero dijo seguir su ejemplo de apoyo a las personas en movilidad, lo cual puede hacer a través del comedor católico en donde labora.
Hoy, a las 10:00 de la mañana, la Casa del Migrante en Juárez celebrará una misa para pedir por su alma, informó la coordinadora de Centro de Derechos Humanos, Ivonne López de Lara.