Dos agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) resultaron intoxicados ayer tras entrar en contacto con fentanilo durante un cateo realizado en un domicilio al norte de la capital, lo que provocó que fueran trasladados con urgencia a un hospital.
El fiscal general del Estado, César Jáuregui Moreno, confirmó que el personal afectado fue un agente del Ministerio Público y un elemento de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) adscritos a la Unidad Especializada en Investigación de Narcomenudeo de la Fiscalía de Distrito Zona Centro (FDZC).
La dependencia informó a través de un comunicado de prensa que el suceso derivó de la ejecución de un cateo en un domicilio de la colonia Junta de los Ríos, como parte de una investigación por narcomenudeo, en la que aún no hay detenidos.
En dicho lugar los elementos aseguraron mariguana y una sustancia blanquecina con características del fentanilo que trasladaron a las instalaciones de la Zona Centro.
Sin embargo, durante la mañana de ayer, los agentes manifestaron tener complicaciones en su sistema respiratorio, por lo que fueron trasladados a un hospital de la capital para su atención médica, cerca del mediodía.
Fuentes extraoficiales reportaron que uno de ellos incluso tuvo que ser intubado por médicos del hospital Palmore, mientras que el otro también presentaba una condición delicada.
Asimismo, como parte de los protocolos del manejo de contingencias, la autoridad ordenó la evacuación del edificio de la Zona Centro para para evitar que otros trabajadores estuvieran en contacto con el narcótico y así salvaguardar su integridad.
Asimismo, personal de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses aseguró la droga para procesarla y determinar su naturaleza.
La Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) refiere que el fentanilo es un potente fármaco opiáceo sintético para uso como analgésico (alivio del dolor) y anestésico. Es aproximadamente 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína como analgésico.
Debido a su alta toxicidad, la Oficina de las Naciones Unidas publicó las “Directrices para la manipulación segura de opioides sintéticos” en las que refiere que existe un alto riesgo de exposición al fentanilo por inhalación, ya que el sistema respiratorio, que incluye la cavidad nasal, así como los bronquios y los pulmones proporciona una vía de entrada al organismo muy eficaz, directa y rápida.
El documento explica que cuando los opioides sintéticos están presentes en forma de partículas respirables en el aire, la exposición por inhalación es peligrosa debido a su alta biodisponibilidad, es decir, a la cantidad de una dosis administrada que llega a los tejidos una vez que ha entrado al organismo.
El fentanilo, por ejemplo, puede oscilar entre el 12 y casi el 100 por ciento de biodisponibilidad por inhalación.
En cuanto a la exposición dérmica o por contacto con la piel, el mismo manual explica que la mayoría de los opioides sintéticos tienen capacidad de atravesar la barrera dérmica; sin embargo, esto es generalmente mediante parches, pero al estar en forma de polvo sólido tienen un riesgo de exposición relativamente bajo a través de la piel intacta.
De acuerdo con datos hasta el 31 de julio de este año, la Fiscalía decomisó 600 mil 004 pastillas de fentanilo, lo que representa un incremento del 24 por ciento respecto al año anterior, cuando fueron incautadas 483 mil 670 piezas.
Además, en mayo las autoridades dieron a conocer el desmantelamiento de cuatro laboratorios de fentanilo en el estado: tres en Ciudad Juárez y uno más en El Apache, sobre la carretera Chihuahua-juárez. Las acciones han sido encabezadas por la Guardia Nacional, con participación de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), aunque los operativos han sido responsabilidad directa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa).
En ese momento, el vocero de la SSPE, Jorge Armendáriz, informó que existía la sospecha sobre la existencia de un laboratorio en la ciudad de Chihuahua, luego del decomiso de fentanilo en polvo, como el que fue incautado en el cateó que redundó en la intoxicación de los agentes.
“La sospecha del laboratorio en Chihuahua fue por el decomiso del fentanilo en polvo que destruimos. No es común encontrarlo así. Regularmente es localizado ya procesado. Por eso generaron la hipótesis, pero no hay una investigación que nos indique su ubicación”, explicó. (De la Redacción