Ciudad Juárez.– “Tony” es el menor de cuatro hombres adultos frente al juez en la sala 20 de la Ciudad Judicial, y es también el de mirada más lejana. Para quienes conocen “la mirada de las mil yardas”, ese fenómeno que vacía de alma los ojos de una persona por haber vivido algo traumático, la reconocerían en “Tony”.
Es –presuntamente– a su vez el más sanguinario de los victimarios de J. L. B. L., conductor de “uber” (así se dijo en audiencia) originario de Durango que fue secuestrado el 30 de abril, y a quien “Tony” le removió el pezón izquierdo mientras otros grababan para demostrar que “no era un juego” y que su familia debía pagar medio millón de pesos o empezarían (o seguirían) a despedazarlo poco a poco.
El breve episodio de J. L. como víctima inició y terminó con engaños, y ahora lo tiene postrado en cama, con huellas de cuchillos y navajas en todo el cuerpo.
Empezó con engaños porque en su segundo trabajo, como conductor de plataforma, una mujer que conoció por su primer empleo (en una tienda de abarrotes) le pidió ir a El Sauzal por ella para un viaje fuera de la aplicación, y él aceptó, pero era una treta para ponerlo a disposición de 15 hombres que a puños, batazos, palos y cachazos lo dejaron inconsciente.
Presuntamente, entre sus agresores se encontraban los cuatro adultos y dos adolescentes ya detenidos y presentados ante juzgados penales: José Antonio A. P. (Tony), Édgar Óscar U. F., Miguel P. L., Julio César F. H. y los adolescentes B. J. D. R., de 15 años, y E. M. R. R., de 17.
Torturado
Despertó atado de manos y pies, con los ojos vendados y un trapo en la boca. Le golpearon continuamente en el torso, y prepararon un teléfono para grabar cómo “Tony” le cortó el pezón izquierdo.
Luego lo llevaron a otra vivienda, también en El Sauzal, donde le mutilaron el otro pezón y uno de los adolescentes le dio de tablazos. Las amenazas a él no cesaron, y las exigencias a su familia por el medio millón de pesos tampoco.
Aparentemente sirvió, pues la familia depositó un monto no especificado, por lo que decidieron liberarlo. Lo llevaron a un terreno baldío cerca de la carretera Juárez-El Porvenir, donde intentaron asesinarlo pero huyó corriendo hacia el tráfico vehicular, y sus agresores optaron por escapar.
Próxima audiencia
Mediante trabajo de inteligencia, la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas logró dar con las viviendas donde ocurrieron los hechos, y se les concedieron órdenes de cateo, donde fueron detenidos en presunta posesión de drogas los seis, aunque el 4 de mayo se les ejecutó orden de aprehensión por secuestro agravado.
A los cuatro adultos se les impuso la prisión preventiva oficiosa y justificada, la primera porque la Constitución incluye el secuestro como un delito que amerita sin necesidad de justificar la privación legal de la libertad, y la segunda por un posible riesgo de obstaculización de sustracción de la justicia y peligro para las víctimas y la sociedad, se determinó en audiencia inicial bajo la causa penal 2342/2025 que se desarrolló ayer en la sala 20 de Ciudad Judicial con el juez Carlos Jaime Rodríguez García como resolutor.
El próximo viernes 9 de mayo se realizará la audiencia de vinculación o no a proceso para definir si existió el delito que el Ministerio Público asegura, y si los acusados son probables partícipes del mismo para iniciar una investigación formal al respecto.
Sobre los adolescentes no existió información oficial debido a la privacidad con que se llevan los hechos en que hay menores de edad probablemente involucrados como sujetos activos.