Pocos minutos después de las 09:00 horas empezó ayer a subir el caudal y a ser visible el correr del río Bravo en su llegada a la presa Internacional, con destino al Valle de Juárez, para una entrega que, de acuerdo con la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), será de 16.5 millones de metros cúbicos.
Previamente, José Luis Rubio Candelaria, presidente de la Asociación de Usuarios de la Primera Unidad del Módulo I del Distrito de Riego 009, cuestionó ante medios que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) iniciara el trabajo de reemplazo de colectores con el Norzagaray, bajo el bulevar del mismo nombre, mientras al norponiente de éste persisten, dijo, fugas de drenaje hacia el río.
El agricultor señaló también que, durante la citada obra –que incluyó el vertido de drenaje sin tratar en la acequia Madre, la cual dirige el cauce al Valle–, hubo daños a la infraestructura, como fractura en una pared del “canal de llamada” en la presa.
“Ellos tenían que haber quitado el tubo y haber dejado la losa como estaba, de piedra. Ahí está toda la piedra, donde la arrancaron, lo que es el canal de llamada. Aquí cada quien hace lo que le da su regalada gana”, dijo.
“Por ahí desfogaron el colector Norzagaray, por ahí lo metieron al canal. Por ahí, donde están quitando los costales, y no sabemos si lo taparon”, agregó Rubio, entrevistado en la orilla del caudal, a unos metros del Monumento al Nuevo Ciudadano.
Ahí, como en cada fecha que se recibe el recurso hídrico que entrega Estados Unidos, el representante de la Asociación que abarca las parcelas de la mancha urbana se reunió con personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) –que declinó dar entrevistas–.
La JMAS tampoco respondió ayer una solicitud de información sobre lo expuesto por Rubio.
El volumen recibido forma parte de la Convención de 1906, que asigna al cultivo en el Valle un máximo de 74 millones de metros cúbicos al año, total que ingresó en 2024 a partir de marzo.
En 2025, como ha indicado CILA, la sequía en la cuenca redujo la expectativa a sólo un 22 por ciento del volumen tope, por lo que la entrega se postergó hasta ayer y concluirá en agosto.
“Es con lo que se sostiene el Valle de Juárez, con el agua del Tratado. Ahora va a ser poco, pero el año pasado nos dieron toda la asignación”, dijo ayer Rubio en entrevista.
El pasado 29 de mayo, la JMAS inauguró en esa zona el reemplazo de 2.8 kilómetros de tubería del colector Norzagaray, uno de cuatro en el norponiente de Juárez que, de acuerdo con el Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank), que financió parcialmente la obra, requieren reemplazo debido a que sus fugas contaminan el Bravo.
El día de la inauguración, sobre la mitigación de estas descargas, el director del Banco, John Beckham, dijo a El Diario que ya no hay en el tramo concluido –en el bulevar Norzagaray– y recordó que “estamos iniciando una primera etapa de cuatro proyectos”.
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Inicia EU entrega de agua para riego
