El Bloque Empresarial Fronterizo (BEF) llamó a las autoridades a implementar acciones preventivas que fortalezcan los núcleos familiares ante la creciente participación de menores de edad en delitos graves como el secuestro, fenómeno que se ha vuelto cada vez más frecuente.
Jesús Manuel “Thor” Salayandía, coordinador del BEF, dijo que la desaceleración económica ha provocado pérdida de empleos y desplazamientos constantes de padres y madres en busca de ingresos, lo que ha debilitado el tejido social al dejar a los menores sin supervisión.
Desde la perspectiva del organismo empresarial, la ausencia de figuras parentales y la falta de estabilidad familiar generan un entorno propicio para que los menores sean reclutados o seducidos por actividades delictivas, lo cual representa una alerta urgente para la comunidad.
“El dato que nos llama la atención es que la mayoría son chavos, menores de edad, cometiendo delitos, y esto nos preocupa porque no están los papás… es una cadenita, hay bajo trabajo y la gente anda viendo de qué manera se ganan un cinco y descuidan el núcleo familiar”, dijo.
El representante del BEF consideró que es necesario reforzar los programas educativos y comunitarios que fomenten valores, habilidades sociales y alternativas para los menores, especialmente en las colonias que cuentan con altos índices de marginación y violencia.
Salayandía manifestó que la creciente participación de menores en delitos no sólo refleja fallas en la economía y en el sistema de seguridad, sino también una crisis social que requiere atención interinstitucional y colaboración entre Gobierno, sociedad civil y sector privado.
Reiteró su disposición a colaborar en iniciativas que promuevan el bienestar de las familias y la protección de la infancia. Advirtió que de no atenderse esta situación desde su raíz, se corre el riesgo de que las nuevas generaciones sigan creciendo dentro de una normalización del delito.