La volatilidad del dólar estadounidense puede haberse estabilizado en las últimas semanas, pero los analistas de Goldman Sachs Group Inc ven muchas razones para pensar que podría volver a cotizar como una moneda de mayor riesgo.

Las analistas Karen Reichgott Fishman y Lexi Kanter mencionan como posibles desencadenantes la elevada incertidumbre política relacionada con los aranceles comerciales y la independencia de la Reserva Federal, los temores fiscales y la diversificación de activos estadounidenses.

La pronunciada caída del dólar este año, provocada por las amenazas del Presidente Donald Trump de imponer fuertes gravámenes a sus socios comerciales globales, ha alimentado la especulación sobre un cambio permanente en el estatus del dólar como activo refugio. Si bien los analistas de Goldman no predicen que esto suceda, la situación podría ser bastante inestable a corto plazo.

«Los cambios en las correlaciones han hecho que la fortaleza del dólar en períodos de aversión al riesgo sea un resultado menos fiable», escribieron los analistas en una nota publicada el 9 de julio.

Según algunos indicadores, el dólar ha seguido cotizando como una moneda de riesgo incluso tras estabilizarse en las últimas semanas. Los datos compilados por Bloomberg muestran que la correlación entre el dólar y un indicador de volatilidad del G-10 ampliamente observado está cerca de su nivel más bajo en siete años.

Esto indica que el dólar se está comportando menos como un refugio y más como una fuente de volatilidad. Durante gran parte de los últimos 15 años, la correlación fue firmemente positiva. También pone en duda la arraigada creencia del mercado de que los costos de cobertura disminuyen cuando el dólar se debilita.

«Las perspectivas para el dólar son negativas a largo plazo por múltiples razones: menor comercio global, desdolarización y reajuste de los ratios de cobertura. Sin embargo, es innegable que ya ha sufrido una fuerte liquidación, y los mercados rara vez siguen el camino directo hacia su destino final. Probablemente sea necesario un repunte».

Uno de los acontecimientos más sorprendentes de 2025 ha sido la creciente tendencia del dólar a la liquidación junto con las acciones estadounidenses, según los analistas de Goldman Sachs.

Esta dinámica se ha producido con más del doble de frecuencia en lo que va de año que en los 10 años anteriores, señalaron. «La señal más preocupante de un menor atractivo para los activos estadounidenses» -cuando las acciones, los bonos del Tesoro y el dólar caen juntos- también ha sido más común, según la nota.

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