A tan solo una semana de haber iniciado el ciclo escolar 2025-2026 en el Condado de El Paso, y a unos días de que comience en el estado de Chihuahua, miles de familias de ambos lados de la frontera aprovecharon el tradicional fin de semana libre de impuestos en Texas para surtir útiles escolares, uniformes y artículos de tecnología.
La exención del impuesto estatal sobre las ventas del 8.25% se convirtió en un alivio parcial frente a un panorama económico marcado por la inflación y el aumento de precios derivado de los aranceles impuestos durante la administración Trump.
Desde el viernes por la mañana, los estacionamientos de tiendas como Walmart, Target, Office Depot, Dollar Tree, Macy’s, JC Penney y Kohl’s, entre otras, se vieron abarrotados. Las filas para pagar se prolongaron por varios minutos, mientras padres y madres comparaban precios en los estantes y aprovechaban las ofertas.
“Nosotros gastamos unos 350 dólares, y eso porque buscamos mucho las promociones. Entre Walmart y Dollar Tree encontramos mochilas, cuadernos y lápices más baratos, y en Macy’s compramos la ropa escolar con buen descuento”, comentó la señora Bautista Chávez, madre de dos estudiantes, quien junto a su esposo y sus hijos hizo un recorrido maratónico por varias tiendas del condado de El Paso.
El profesor de economía Tom Fullerton, de la Universidad de Texas en El Paso, explicó que, aunque este evento suele generar más de 60 millones de dólares en ingresos para la ciudad y un ahorro aproximado de 5 millones de dólares para los residentes, este año las cifras podrían verse reducidas. “Los útiles escolares son al menos un 13% más caros que el año pasado, principalmente por los aranceles que han encarecido productos importados y por la inflación persistente. Aun así, las familias no pueden prescindir de ellos”, señaló.
“Antes con 300 dólares salíamos con todo. Ahora tuvimos que gastar casi 500, pero al menos nos ahorramos el impuesto y encontramos ofertas en Target y JC Penney”, dijo Marcos López, padre de familia. Por su parte, Karla Rodríguez, madre de tres estudiantes, comentó: “Compramos libretas y plumas en Office Depot, y los zapatos en Macy’s. Lo bueno es que ya están listos para todo el año, pero sí sentimos el golpe en el bolsillo”.
Comerciantes y gerentes de tiendas coincidieron en que el fin de semana libre de impuestos sigue siendo clave para sus ventas. María, supervisora en una sucursal de Target, comentó que este año la afluencia fue similar a la de 2024, pero el ticket promedio fue más alto. “Las familias están comprando menos artículos de lujo y se enfocan en lo esencial, aunque aprovechan para adquirir productos duraderos como mochilas reforzadas o tecnología escolar”.
En Dollar Tree, donde gran parte de la mercancía sigue por debajo de los dos dólares, los pasillos de útiles escolares permanecieron llenos todo el fin de semana. “Aquí encontramos reglas, carpetas, lápices y pegamento mucho más baratos que en otros lados. Es nuestra primera parada cada año”, dijo Marisela Ramírez, madre juarense que cruzó a El Paso junto a su hermana para aprovechar las ofertas.
A una semana de que iniciaran las clases, el evento también sirvió para que algunos padres completaran listas pendientes. “Ya habíamos comprado lo básico antes de que comenzara la escuela, pero hoy aprovechamos para adquirir material de arte y un par de uniformes extra”, comentó José Medina, quien junto a su esposa recorrió Walmart y JC Penney.
Aunque los expertos advierten que los ahorros reales son menores que en años anteriores, las familias siguen viendo en el fin de semana libre de impuestos una oportunidad para aligerar sus gastos. “Es cierto que todo está más caro, pero si uno sabe buscar y aprovecha las promociones, sí se nota el beneficio”, afirmó la señora Bautista Chávez, cargando bolsas llenas de libretas, crayones, mochilas y camisas escolares.
Según Fullerton, los aranceles actuales han elevado el precio de artículos importados en al menos un 20%, lo que explica la cautela de muchos hogares. Sin embargo, destacó que el evento no solo dinamiza el comercio local, sino que también representa un momento cultural y económico para miles de familias de la región fronteriza.
“Es más que ir de compras; es una tradición que une a las familias, que recorre tiendas desde El Paso hasta Sunland Park, y que sigue siendo una de las temporadas más fuertes para el comercio al por menor en Texas”, concluyó el académico.