Ciudad Juárez.- Dos mujeres de entre 17 y 20 años continúan en libertad por el secuestro y asesinato de la adolescente D. C. L. G., originaria de Nuevo México, a quien llevaron a una “fiesta” a UrbiVilla del Cedro donde presuntamente Óscar Manuel M. A. les dio alcohol y les permitió drogarse.
Aunque el momento de la muerte sigue sin esclarecerse, algunas evidencias señalan que al mediodía del 19 de julio la adolescente fue vista inconsciente en el suelo, y fue entonces que M. A. le pidió ayuda a su amigo albañil para hacer un hoyo en su patio trasero con el pico que había pedido apenas a su vecino de al lado en la calle Sierra de Moncayo, y que éste le prestó sin saber para qué era.
No obstante, desde ese día empezaron las amenazas a la familia para que pagaran 100 mil pesos o le harían daño a D. C. L. G., y hasta enviaron un video donde le mutilaban un dedo, aunque en la lectura de la necropsia de ley en la audiencia inicial contra M. A. no se precisó si la herida existió, si fue ante o postmórtem, o si el cuerpo estaba íntegro.
De acuerdo con información del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Operaciones Estratégicas, el 16 de julio de 2025, la mamá de D. C. L. G. fue contactada por M. E. B. M., excuñado de la adolescente. Le pidió permiso para que la dejara venir a Juárez a ayudarle en un trabajo de entrega de herrería en El Paso, Texas, porque necesitaba una persona traductora. La madre de ella aceptó.
Ese día, a las 6:00 de la tarde, llegó el excuñado por ella. Llegaron a El Paso a las 10:56 de la noche y para las 11:58 ya estaban en Juárez, en casa de él, y ahí se quedó a dormir.
La adolescente notó, sin embargo, algunas prendas de su ex en la casa, así que le advirtió a su mamá que mejor se quedaría en los próximos días en casa de su novio Jesús, con quien mantenía una relación a distancia.
El jueves 17 y viernes 18 se fueron excuñado y la adolescente a entregar los barandales metálicos, y a la vuelta de la jornada, cerca de las 4:00 de la tarde, ella se iba a casa de su novio.
El excuñado no quería dejarla ir. Le parecía riesgoso, y por eso le llamó a la mamá de D. C. para decirle que si ella deseaba irse a quedar allá, él no se haría responsable, y la mamá aceptó.
La última fiesta
Óscar Manuel M. A. vivía en la casa 1928 de Sierra de Moncayo solo, pues sus padres murieron, según un testigo que era su compañero de trabajo en la albañilería, desde hace dos meses. En el Registro Público de la Propiedad, el inmueble sigue a nombre de su padre, según constató este medio de comunicación.
El 18 de julio, Óscar fue a casa de su amigo albañil y lo invitó a tomar. Llegaron primero por cerveza, y después a Sierra de Moncayo. Había invitado a unas amigas, que llegaron momentos después que ellos. Eran tres entre 17 y 20 años, Jimena, la víctima D. C. y otra de la que el testigo no recuerda nombre.
La adolescente llevaba dos botellas de tequila que valían mucho, le presumió a los demás. Las abrió y empezaron a beber.
“La gordita (D. C.) sacó de su bolsa unas bolsitas chiquitas negras y dijo que si queríamos drogas. Ella se drogó sola, yo creo que era coca. O al menos eso es lo que yo escuché”, dijo el testigo.
Minutos después, las otras dos mujeres y Óscar Manuel se unieron al consumo, pero el albañil dijo haberse sentido cansado e ido a una recámara a dormir, cerca de la medianoche.
A la 1:07 de la madrugada, la madre de D. C. recibió un primer mensaje de WhatsApp “échele”, pero no contestó. Luego le llamaron, y tampoco respondió, pero devolvió la llamada.
Le dijeron entonces que su hija estaba secuestrada y que si la quería de vuelta tenía que pagar 100 mil pesos. Se asustó y colgó, pero las llamadas siguieron. Por no hallar respuesta, le mandaron una foto por WhatsApp, donde se veía a su hija amarrada y de nuevo el “échele”.
Le llamaron decenas de veces, le dieron números de cuenta con titulares en Veracruz en Banco Azteca, cuentas de CashApp. Se depositaron mil 050 dólares (unos 19 mil pesos). Hubo un video de una supuesta mutilación de un dedo.
Al mediodía del 19, el albañil despertó. “Me levanté, me lavé la cara. Busqué a Óscar, y él estaba en otro cuarto con las dos morras. La gordita estaba tirada en el piso, pensé que dormida, pero Óscar me dijo que se pasó de dosis porque se drogó mucho”, añadió.
Luego lo apartó del grupo y le pidió ayuda para hacer un hoyo en el patio, pero el albañil se negó y se fue de la casa.
Como a la 1:00 de la tarde, Óscar Manuel fue a la casa de su vecino y le pidió un pico para excavar. Hizo un hoyo en medio de su patio, que era de tierra, pero no hubo más detalles, pues el vecino entró a su casa a seguir descansando.
En dos días no hubo una sola muestra de vida. Le dijeron únicamente que el novio de la adolescente dijo que la mataran, que él no iba a pagar. Hubo videos de ella toda tapada con una cobija, con sólo el cuello visible y un cuchillo apuntando su filo hacia ella.
La amenazaron con que si no pagaba o la mataban, o la mutilaban, o “la mandarían de puta a Tijuana”, pero ni una sola conversación madre-hija.
Para el domingo, el vecino llamó a la puerta, pero no obtuvo respuesta. El albañil fue a buscar a Óscar Manuel pues es el día que usualmente jugaban futbol, pero el acusado no salió. Al día siguiente no fue al trabajo, ni al siguiente.
El día 22 hallaron a la adolescente enterrada en el patio tras una denuncia por olores fétidos. El albañil supo que era “la gordita” que vio en la fiesta, pero no dijo nada, aunque luego habló con la Fiscalía.
Óscar Manuel fue detenido en Veracruz el 6 de agosto, por una orden de aprehensión librada el 1 de agosto por el juez Antonio Coss Araujo.
El 12 de agosto fue vinculado a proceso en Juárez, por secuestro agravado.
De las otras dos posibles partícipes del hecho, no se ha informado detención.