La empresa Megaflux presentó el primer autobús 100 por ciento eléctrico, totalmente armado y desarrollado en México.

Las pruebas del Taruk, que significa «Correcaminos» en lengua yaqui, iniciarán en el Estado de México y en Ensenada, Sonora, operarán las primeras 80 unidades a finales de este año.

Para la creación de Taruk, Megaflux invirtió cerca de 700 millones de pesos.

Con la certificación de «Hecho en México» de Taruk, se prevé consolidar el desarrollo de una industria de transporte local.

Roberto Gottfried, director general de Megaflux, destacó que el desarrollo de este vehículo permite tener autosuficiencia en temas desde refacciones, tecnología, y demás, con soluciones propias.

«El Taruk se paga en pesos sin exposición cambiaria, su soporte, refacciones y equipos técnicos están aquí en México, disponibles en todo el territorio nacional.

«Que el Taruk active una cadena de valor nacional, generando empleo, fortaleciendo capacidades locales y multiplicando el impacto económico dentro de nuestro País. No es un mensaje de cerrazón ante el mundo, es una invitación para abrir puertas desde adentro», apuntó el directivo.

La certificación para el autobús desarrollado por la empresa de Grupo Dina, representa la capacidad de México de liderar globalmente en sectores estratégicos como la electromovilidad, dijo Gottfried.

El directivo aseguró que la intención es competir en licitaciones para formar parte de las flotillas del transporte público, especialmente porque se tiene un costo por unidad de casi 5 millones de pesos, contra los 6 y 6.5 millones promedio de la industria.

Marcelo Ebrard, Secretario de Economía, destacó la importancia de este tipo de desarrollo, pues pese a ser el sexto principal exportador de autos, México no tiene una marca nacional.

«¿Cuál es el objetivo?, aumentar nuestras capacidades, desarrollar nuestras capacidades, nuestras capacidades de innovación e implementación y que esto se traduzca en bienestar para la población», dijo el funcionario.

Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico y parte de Grupo Dina, destacó que este vehículo está ya probado, por lo que puede arrancar operaciones.

De Iztapalapa para el mundo

El Taruk, con 72 por ciento de sus componentes de origen nacional, tiene corazón chilango.

Su motor, pero también su pack de baterías, herrajes y arneses, son producidos en Iztapalapa, en la capital mexicana.

Roberto Gottfried, CEO de Megaflux, fabricante del corazón de Taruk, explica que este es resultado del desarrollo tecnológico dentro de la empresa matriz, Potencia Industrial, que desde hace más de 80 años ha producido motores eléctricos.

«Megaflux desarrolló una patente de motor de imán de altísima eficiencia reconocida mundialmente en la industria eólica y en otros lados. Megaflux es el motor, el corazón de nuestro producto, es lo que mueve las ruedas de todos los vehículos», comentó en entrevista.

Detalló que, en Iztapalapa, además del pack de baterías, también se hace toda la programación del vehículo.

«O sea, somos los que hacemos que las cosas funcionen.

«Es lo que llaman la computadora de los vehículos. La telemática es nuestra. Todos los datos que lanza el autobús en tiempo real a la nube, lo que monitorea todos los componentes y sus temperaturas, también son totalmente nuestros», relató.

Afirma que el fabricante de autobuses mexicano, Dina, permitió una colaboración conjunta, de tal forma que Megaflux solo transmitió su tecnología a los ingenieros de Dina y lograron instalar sus motores rápidamente a sus tradicionales autobuses.

«Ya éramos grandes productores en motores de vehículos eléctricos y ellos ya eran productores de autobuses y camiones, digamos que eso colapsa mucho el costo cuando ya tienes la fábrica puesta y lo que estás trabajando es nada más la implementación de una tecnología específica, pero el autobús sigue siendo un autobús de cuatro ruedas», señaló.

Lo anterior permitió que el surgimiento de un autobús eléctrico mexicano fuera una rápida realidad.

«Dina construye autobuses todos los días en Ciudad Sahagún. Yo construyo motores y sistemas eléctricos todos los días. Entonces, la idea era nada más juntar las fuerzas de las dos empresas para llegar a un resultado muy económicamente viable y tecnológicamente muy avanzado», afirmó.

Revela que la producción tanto en Megaflux como en Dina están perfectamente alineadaa y hoy en día estarían en posibilidad de fabricar 2 mil autobuses Taruk al año, pero en los próximos 18 meses buscarán implementar una segunda línea de producción para lograr 6 mil unidades al año.

Su comercialización, apunta, dependerá de las licitaciones que logre ganar entre los diferentes gobiernos municipales y estatales que han puesto la mirada en sus autobuses.

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