Nueva York.- El viernes, el gobierno de Donald Trump hizo pública la transcripción de una entrevista judicial con Ghislaine Maxwell, confidente de toda la vida del financiero caído en desgracia Jeffrey Epstein. En la entrevista, Maxwell sostuvo que el presidente Trump y otros personajes famosos no estaban implicados en la trama de tráfico sexual por la que fue condenada.
En la entrevista con el fiscal general adjunto Todd Blanche, Maxwell, quien ha dejado claro que desea concluir anticipadamente su condena de 20 años, dijo que muchas de las acusaciones contra ella y Epstein eran falsas y echó por tierra una serie de teorías y cabos sueltos del caso.
También insistió en que no existía una “lista de clientes” de los ricos y poderosos asociados a Epstein, y negó cualquier plan para chantajear a sus socios. El Departamento de Justicia y el FBI habían concluido en julio que no existía en concreto una “lista de clientes” de la red de trata de Epstein, ni evidencias creíbles de que “Epstein chantajeara a personas prominentes como parte de sus acciones”.
Las víctimas de Epstein y sus familias se habían opuesto a la entrevista y al posterior traslado de Maxwell a una prisión de menor seguridad, y acusaron a Trump de ofrecer un trato favorable a alguien que, según los fiscales, tiene antecedentes de plantear falsedades en interés propio.
Esto es lo que ocurrió:
Maxwell elogió a Trump y lo distanció de Epstein
Maxwell reconoció la relación social entre Trump y Epstein, pero negó cualquier conexión entre Trump y la red de tráfico sexual. También negó haber reclutado a una víctima menor de edad de Epstein, quien dijo haber sido reclutada cuando trabajaba como encargada de un spa en Mar-a-Lago, la propiedad y club de Trump en Florida, en 2000.
“Nunca he reclutado a una masajista de Mar-a-Lago”, dijo Maxwell. Virginia Giuffre, que entonces tenía 16 años, dijo que Maxwell se puso en contacto con ella en Mar-a-Lago y la invitó a convertirse en masajista itinerante de Epstein. Dijo que ambos la prepararon para que prestara servicios sexuales y la pasaban “como un plato de fruta” a depredadores ricos y poderosos del círculo de Epstein, incluido el príncipe Andrés del Reino Unido.
Ni Maxwell ni Blanche, quien fue abogado litigante de Trump antes de convertirse en fiscal general adjunto, mencionaron a Giuffre por su nombre durante la entrevista. Pero Maxwell negó una acusación concreta de Giuffre —que Andrés la había obligado a mantener relaciones sexuales en la casa de Maxwell en Londres— y calificó la acusación de “absoluta basura”. Giuffre se suicidó este año.
Maxwell, que solicita el indulto o la reducción de su condena, le restó importancia a la larga amistad de Trump con Epstein y se deshizo en elogios hacia el presidente. Ante la pregunta de si consideraría la posibilidad de indultar a Maxwell el mes pasado, Trump dijo: “Tengo permitido hacerlo, pero es algo en lo que no he pensado”.
“Nunca fui testigo de que el presidente se mostrara inapropiado de ninguna manera”, dijo Maxwell durante la entrevista. “El presidente nunca fue inapropiado con nadie. En las veces que estuve con él, fue un caballero en todos los sentidos”.
Maxwell dijo que creía que Epstein no se había suicidado
Maxwell, quien no estuvo presente en la muerte de Epstein, especuló con la posibilidad de que Epstein no se haya suicidado. No ofreció ninguna teoría concreta sobre lo que había ocurrido en vez de eso, pero le restó importancia a la posibilidad de que alguien mandara matar a Epstein con la intención de eliminar evidencia de la red de tráfico sexual.
“No lo veo”, dijo Maxwell. “Pienso, ¿es posible? Claro que es posible. Pero no conozco ninguna razón para ello, y no creo en el chantaje ni en nada de esto, no creo que Epstein tuviera un sicario así. Si realmente se trata de un asesinato, creo que fue una situación interna”.
Una investigación del Departamento de Justicia, que duró años, concluyó que Epstein, a quien encontraron muerto en su celda con una sábana atada al cuello en 2019, murió por suicidio y no por un acto delictivo.
Blanche parecía tener preferencias políticas con sus preguntas
En varios momentos cruciales de la extensa entrevista, Blanche acribilló a Maxwell con preguntas sobre algunos de los socios de Epstein, mientras que abandonaba otras líneas de interrogatorio cuando la conversación parecía políticamente inconveniente.
Blanche, por ejemplo, hizo muchas más preguntas sobre la relación de Epstein con el expresidente Bill Clinton que sobre la relación de Epstein con Trump. Al final, Maxwell negó que cualquiera de los dos hubiera incurrido en conducta sexual inapropiada u otro tipo de conducta inadecuada, y dijo que ninguno de los dos había visitado las islas privadas de Epstein.
En un momento dado, cuando Maxwell defendía a Epstein y negaba las acusaciones de tráfico sexual, dijo que los colaboradores de Epstein habían sido injustamente vilipendiados por vincularse a él.
“Algunos están en el gabinete de ustedes, y los aprecian como compañeros de trabajo”, dijo Maxwell. No aclaró a quién se refería, pero en otro momento dijo que Robert F. Kennedy Jr., secretario de Salud, acompañó una vez a Epstein en un viaje para buscar huesos de dinosaurio en las Dakotas. Añadió que era imposible que los socios de Epstein “estuvieran con él si fuera un pervertido o porque quisieran favores sexuales”.
Blanche pasó inmediatamente página, y la afirmación de que otros socios de Epstein trabajan en el gobierno de Trump no volvió a mencionarse.
En otros intercambios, Blanche se mostró inusualmente deferente. En un momento dado, le aseguró a Maxwell que “si creo que no estás siendo sincera, o que se te escapa algo, no voy a… esto no es para decir ‘te atrapé”. Cuando terminó el segundo día de entrevista con Maxwell, la felicitó por haber seguido adelante con la entrevista y dijo “nos pondremos en contacto pronto”.
Maxwell habló de sus conexiones y las de Epstein con los ricos y poderosos
Blanche le preguntó a Maxwell por muchas de las figuras adineradas y poderosas de la órbita de Epstein, pero no consiguió que le dijera mucho. Ella nombró a muchos famosos, empresarios y políticos —Elon Musk, Andrew Cuomo, John Kerry, Edward Kennedy, Sarah Ferguson, Naomi Campbell, Alan Dershowitz, Kevin Spacey y Larry Summers—, pero dijo que simplemente eran amigos o tenían relaciones comerciales con ella y con Epstein.
Describió, por ejemplo, que Musk y ella se conocieron en 2010 o 2011 en una fiesta de Sergey Brin, cofundador de Google, y dijo que se había enterado por una investigación judicial que Musk y Epstein se habían comunicado por correo electrónico. Musk, en medio de una disputa pública con Trump a principios de este año, había dicho que el nombre del presidente estaba “en los archivos de Epstein” y “por eso no se han hecho públicos”.
Maxwell también dijo que Epstein había sido íntimo de Ehud Barak, ex primer ministro de Israel, pero al ser interrogada dijo que recordaba poco de sus encuentros o de por qué había sido cercano a Epstein.
Maxwell negó haber trabajado con agencias de inteligencia
Una de las teorías conspirativas que rodean a Epstein es la acusación infundada de que el tráfico sexual era una forma de recabar material de chantaje sobre sus poderosos e influyentes contactos. Especialmente en los círculos de derecha, la teoría va más allá y sugiere que Epstein recibía dinero por el chantaje en conexión con agencias de inteligencia y de aplicación de la ley, como el FBI, la CIA e incluso el Mosad, la agencia de inteligencia israelí.
Maxwell negó rotundamente la mayoría de esas acusaciones, y de otras dijo no tener conocimiento. En un intercambio especialmente llamativo, Blanche le preguntó si alguna vez había estado en contacto con un agente del Mosad.
“Bueno, no deliberadamente”, dijo Maxwell.
“¿Perdón?” preguntó Blanche.
Ella repitió: “No deliberadamente”.
Blanche no preguntó qué quería decir con eso, y siguió adelante.