Jerusalén.- El Primer Ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó este domingo que la visita a Israel del Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, evidencia lo fuertes que son las relaciones entre ambos aliados, días después de que un ataque contra Hamas en Qatar causara indignación internacional.
El viaje de Rubio se produce pese a que el Presidente Donald Trump se mostró molesto por el bombardeo israelí del martes contra líderes del movimiento islamista palestino en Qatar, aliado de Washington.
Este ataque sin precedentes tenía como objetivo a dirigentes de Hamas reunidos en un complejo residencial en pleno centro de Doha, capital de ese Estado mediador en las negociaciones para un alto el fuego en la Franja de Gaza.
El bombardeo «no va a cambiar la naturaleza de nuestra relación con Israel, pero tendremos que hablar de ello, del impacto que tendrá», declaró el jefe de la diplomacia estadounidense a los periodistas antes de su partida.
Según el Departamento de Estado, el objetivo del viaje de Rubio es garantizar a Israel el apoyo de Estados Unidos, antes del próximo reconocimiento de un Estado palestino por parte de varios países en la Asamblea General de la ONU.
Con una kipá judía, Rubio rezó este domingo en el Muro de los Lamentos junto a Netanyahu y el Embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, observó un corresponsal de la AFP.
Netanyahu, que habló de Rubio como de un «amigo extraordinario» de Israel, afirmó que su visita muestra «la fuerza de la alianza israelí-estadounidense».
«Es tan fuerte, tan duradera, como las piedras del Muro de los Lamentos que acabamos de tocar», dijo el Mandatario a la prensa.
El lunes, Rubio tiene previstas varias reuniones, antes de su partida el martes.
Terminar con el «doble rasero»
En cambio, desde Qatar, el Primer Ministro Mohammed bin Abdulrahman Al Thani instó este domingo a la comunidad internacional a «dejar de usar el doble rasero» y a sancionar a Israel «por todos los crímenes que ha cometido».
«Israel debe saber que la guerra de exterminio en curso a la que está siendo sometido nuestro hermano, el pueblo palestino, cuyo objetivo es expulsarlos de su tierra, no funcionará», agregó Al Thani.
Desde que empezó la guerra en Gaza, el 7 de octubre de 2023, Israel diezmó a los líderes de Hamas y juró destruirlo y expulsarlo del territorio palestino, gobernado por los islamistas desde 2007.
El sábado, Netanyahu volvió a insistir en que «deshacerse» de los dirigentes de Hamás «eliminaría el principal obstáculo para liberar a todos nuestros rehenes y terminar la guerra».
Pero para el Foro de las familias de rehenes, la principal organización israelí que congrega a los allegados de los cautivos en Gaza, es el propio Netanyahu el que obstaculiza el final de la guerra.
«La operación selectiva llevada a cabo en Catar demostró sin lugar a dudas que existe un obstáculo para la liberación de los rehenes y el fin de la guerra: el Primer Ministro Netanyahu», escribió el foro en un comunicado.
«Cada vez que se acerca un acuerdo, Netanyahu lo sabotea».