Ciudad de México.- Con una simbólica cuenta regresiva, y hasta con chamarras llenas de emblemas cual misión de astronautas, fue presentada hace una semana la Agencia Nacional Espacial de Ciencia y Tecnología.

Tal nombre, no obstante las alusiones y toda la parafernalia espacial, pudiera llamar a engaño dado que esta nueva iniciativa es más una suerte de incubadora de empresas de base científica y tecnológica, impulsada por un grupo de emprendedores sin relación alguna con la industria aeroespacial.

«Nuestra visión es empresarial», dijo a REFORMA el ingeniero bioquímico Uriel Alejandro López Lemus, CEO de la agencia, en entrevista posterior a una conferencia de presentación realizada hace una semana en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), cuya última planta alberga esta nueva instancia.

Quien mejor ilustró el sentido de este nuevo organismo, constituido bajo la figura jurídica de sociedad civil, fue el ingeniero mecánico electricista Gerar Ballhausen, al precisar que no es una agencia «basada o formada desde una perspectiva científica, sino desde una perspectiva de negocios».

«El modelo que buscamos es generar negocio; llevar estas empresas o estos investigadores al mercado. Eso es puntualmente lo que hacemos», enunció el CEO de la empresa Ballhausen Ingeniería, quien está al frente del área de Investigación Aplicada en la nueva agencia.

«Que alguien entre con una idea y salga con una empresa», refrendó, por su parte, Jonathan Chávez, encargado del área de Vinculación.

Antes de poner en marcha lo que denominaron como «la fábrica de emprendimiento», con la que buscarán dotar de capital semilla a investigadores, esta agencia sostenida principalmente por la iniciativa privada generará sus propios recursos a través de diferentes «líneas de negocios», a decir de Helian Leigon.

«Para que cuando ya llegue la comunidad científica con nosotros, la agencia pueda proveerles de infraestructura, de capital. ¿De dónde van a salir esos recursos?, de nosotros. Todo esto está saliendo de la bolsa de cada uno de nosotros», aseguró Leigon, otro de los presidentes que integran este proyecto cuyo presupuesto de arranque es de 40 millones de pesos.

«Queremos llegar a todos los nichos de profesionales que quieran contribuir con este proyecto; promoverles el espíritu del emprendimiento para que ellos puedan contribuir y, sobre todo, impulsar sus propias iniciativas», remarcó López Lemus, consultor en seguridad biológica y «coordinador de investigaciones criminales para la resolución de hechos delictivos de alto impacto y crímenes internacionales como el terrorismo químico y biológico».

Además de una serie de premios para distinguir a figuras destacadas en el ámbito de la innovación, algunos de los ambiciosos planes de la agencia son ofrecer capacitaciones con astronautas de la NASA; crear vínculos con empresas de Silicon Valley, y hasta visitar el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés) en el CERN, según adelantó López Lemus.

Se puede conocer más sobre este proyecto a través del sitio en línea www.agencianacionalespacial.org.

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