Chihuahua, Chih.- De acuerdo con la Secretaría de Salud del Estado (SSE), 17 de las personas fallecidas por sarampión en Chihuahua son indígenas: 16 rarámuris y un niño mixteco. Tres más pertenecían a la comunidad menonita. Hasta el momento ninguno de los decesos corresponde a población mestiza dentro de este brote que ya acumula 4 mil 269 casos confirmados, lo que representa la mayor contingencia de salud que enfrenta el estado desde la pandemia de Covid-19, y que coloca a Chihuahua como la entidad con más casos no sólo del país sino de todo el continente americano.
Del total de 20 muertes reportadas hasta el 9 de septiembre, siete han sido mujeres y 13 hombres. Ocho eran infantes de entre 0 y 7 años; cuatro jóvenes de entre 15 y 20 años; tres personas de entre 21 y 31 años, y cinco adultos de entre 40 y 54 años.
El deceso más reciente ocurrió el 9 de septiembre en la ciudad de Chihuahua, donde falleció una menor rarámuri de 4 años originaria de Cuauhtémoc. Un día antes, el 8 de septiembre, murió en Delicias un niño rarámuri de 3 años. Ambos carecían de vacunación.
El 6 de septiembre reportaron la muerte de una bebé rarámuri de 11 meses en Camargo. Días antes, el 29 de agosto, en Cuauhtémoc falleció un menor rarámuri de 8 meses, cuyos padres son originarios de Urique. Ninguno contaba con vacunas.
Los casos más graves de agosto también incluyeron el de una joven rarámuri de 19 años, jornalera agrícola de Guadalupe y Calvo, quien murió en Chihuahua el 25 de agosto, así como el de un niño de 1 año de la misma comunidad, fallecido el 27 del mismo mes. Ambos por complicaciones respiratorias.
El 13 de agosto murió una adolescente rarámuri de 15 años en Camargo. El 21 de julio fallecieron en Bocoyna y Chihuahua, respectivamente, un hombre de 46 años y una niña de 6 años, ambos de la etnia rarámuri. El 13 de julio perdió la vida una mujer rarámuri de 48 años en Carichí, y el 6 de julio un hombre de 54 años en Creel.
En junio, el día 16, murió una mujer rarámuri de 27 años en Meoqui; el 15 de ese mes un niño mixteco de 5 años en Buenaventura; el 6 de junio una niña rarámuri de 4 años en Cuauhtémoc; y el 29 de mayo un joven rarámuri de 27 años en el mismo municipio.
En mayo registraron tres muertes más: el 27 el de un niño rarámuri de 2 años 11 meses, hijo de jornaleros agrícolas en Ojinaga; el día 17 otro niño rarámuri de 2 años en ese mismo municipio; y el 6 de mayo el deceso de un bebé menonita de 11 meses en Namiquipa. Días antes, el 2 de mayo, un niño menonita de 7 años perdió la vida en Ojinaga.
El primer fallecimiento del brote ocurrió el 3 de abril en Ascensión: un hombre menonita de 31 años con diabetes tipo 2 que murió por complicaciones del sarampión.
Respecto a la alta vulnerabilidad de la población rarámuri, la presidenta del DIF Estatal, María Eugenia Galván Antillón, recordó que en la Sierra Tarahumara el aislamiento histórico retrasó tanto la llegada de las carreteras como de las campañas de vacunación. “En 1980, cuando empezaron a construirse los caminos de Gran Visión, la Tarahumara estaba incomunicada; no les habían llegado las vacunas ni la enfermedad para que pudieran generar resistencia”, dijo. Explicó que por ello en la campaña actual privilegiaron la vacunación de niñas, niños y personas indígenas, sobre todo en Cuauhtémoc, ya que muchas familias rarámuri trabajan en campos menonitas, donde prevalece la negativa a aplicarse vacunas.
La Secretaría de Salud del Estado reiteró el llamado a la población para que niños y adultos completen el esquema de vacunación, el cual contempla dos dosis: la primera a los 12 meses de edad y la segunda a los 18 meses. La dependencia subrayó que el sarampión es altamente contagioso y puede provocar complicaciones graves como neumonía y encefalitis, sobre todo en menores de edad y en personas con el sistema inmune debilitado.