Los epicentros de los sismos de hasta 5.8 grados registrados este año en Ciudad Juárez se ubican cerca de campos petroleros que usan el ‘fracking’ como sistema de extracción de hidrocarburos.
Se trata de poblaciones como Odessa y Midland, en Texas, y Whites City, en Nuevo México, en las que se ubican campos petroleros que usan la reinyección de fluidos para la fractura hidráulica como sistema de extracción de hidrocarburos, y que se encuentran dentro del radio de los epicentros.
Cuando se inyecta agua en el suelo para el ‘fracking’, las presiones de fluido aumentan dentro de las fallas, dicen los científicos, lo que puede llevar a más actividad sísmica en los campos petroleros.
Sin embargo, el investigador Óscar Dena, titular del Centro de Investigación en Geociencias del Instituto de Ingeniería y Tecnología de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), dijo que no existe un consenso de que esta actividad sea la responsable de los constantes movimientos telúricos en la región.
“Pero sí coinciden (los especialistas) en una estructura geológica antigua (sobre la que se asienta Juárez) que pareciera ser que es reactivada, ya sea por la reinyección o por otra causa”, apuntó.
De acuerdo con datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, los epicentros de los sismos ocurridos en esta frontera durante este año se ubican en un radio de hasta 437 kilómetros de Juárez, todos al este de la ciudad, en los estados de Texas y Nuevo México.
El del sismo del 8 de enero se ubicó a 212 kilómetros al este de Juárez, en Texas; el del 14 de febrero a 227 kilómetros al este de Juárez, también en el estado de Texas; el del 18 de febrero a 192 kilómetros al sur de Whites City, Nuevo México; el del 28 de febrero a 437 kilómetros al este de Juárez, en Texas y el del 3 de mayo, 57 kilómetros al sur de Whites City, Nuevo México.
Los científicos han atribuido la mayor actividad sísmica en la Cuenca Pérmica (Permian Basin) en el oeste de Texas, a un aumento en la fracturación hidráulica –también conocida como ‘fracking’– en el área, que es la región productora de petróleo y gas más productiva del estado.
Desde 2000, un incremento dramático en la actividad sísmica en la Cuenca Pérmica probablemente ha sido causado por el aumento en la eliminación de aguas residuales debido al ‘fracking’, según encontró un estudio de 2021 realizado por científicos del USGS y la Universidad de Texas.
Hay más de 20 pozos de inyección profunda en el área de los condados de Culberson y Reeves, según datos de la Comisión Ferroviaria de Texas, que regula la industria petrolera y de gas del estado. Esa cifra es ligeramente menor que en 2022.
Dena alertó que la región tiene el potencial de un sismo de 7 grados en la escala Richter. Juárez se ubica justo encima de un bloque caído de una falla geológica muy reciente de las Montañas Franklin que, eventualmente, va a liberar la energía que ha estado acumulando por 12 mil años, explicó el experto de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
“Definitivamente sí vamos a estar experimentando más temblores de este tipo (4 o 5 grados en la escala de Richter)… van a seguir ocurriendo y dadas las condiciones de la región vamos a seguir percibiendo los efectos de la actividad sísmica”, dijo Dena en febrero pasado.
De acuerdo con los radios de afectación para sismicidad establecidos en el Atlas de Riesgos Naturales y Atlas de Riesgos Antropogénicos del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), de las 966 colonias en Juárez, 14 ubicadas al oriente de la ciudad están catalogadas con alta vulnerabilidad a un sismo; mientras que otras 386 demarcaciones urbanas al centro y sur de la ciudad tienen una vulnerabilidad media.
Las colonias marcadas como de alta vulnerabilidad están asentadas sobre suelo en el que existe material de tipo arcilloso, lo que las hace aparecer como una zona susceptible, en la que se pudieran amplificar los efectos de sismicidad, advierte el estudio. (Pavel Juárez / El Diario, con información de Pavan Acharya/The Texas Tribune)
Sismos apuntan a zonas de fracking
