Ciudad Juárez.- La Secretaría del Bienestar inició el operativo de entrega de tarjetas en las que se depositarán los recursos para la inversión de proyectos de rehabilitación en 165 escuelas fronterizas en el programa La Escuela es Nuestra.

En Juárez, la iniciativa federal beneficiará a 165 planteles educativos, 157 de nivel básico y ocho de media superior, mediante una inversión directa de casi 91 millones de pesos, de los cuales 81.2 millones se destinaron a escuelas primarias y secundarias, y 9.7 millones a instituciones de nivel medio superior.

Las tarjetas se entregan a los Comités Escolares de Administración Participativa, integrados por padres de familia que administrarán el subsidio por hasta 500 mil pesos para proyectos de rehabilitación de techos, sanitarios, aulas, mobiliario y accesibilidad en las escuelas participantes.

Durante el arranque del operativo, la delegada de los Programas para el Bienestar en el estado de Chihuahua, Mayra Chávez Jiménez, destacó el papel que desempeñan las comunidades escolares en la transformación del sistema educativo nacional.

“En esta frontera, ejemplo de esfuerzo y participación social, reconocemos que el bienestar comienza desde las aulas. Hoy damos un paso más en la consolidación de un modelo educativo justo, en el que las decisiones y los recursos estén en manos de quienes viven cotidianamente las necesidades de nuestras niñas y niños. Con el programa La Escuela Es Nuestra, no sólo entregamos tarjetas, estamos construyendo futuro desde abajo, desde la comunidad”, señaló.

En esta etapa del operativo, se beneficiará a escuelas públicas de nivel básico en distintas colonias de Ciudad Juárez, permitiendo a los Comités Escolares de Administración Participativa ejercer los recursos de forma directa para mejorar infraestructura física escolar, priorizando acciones como rehabilitación de techos, sanitarios, aulas, mobiliario y condiciones de accesibilidad.

La Escuela Es Nuestra es un programa del Gobierno de México, que tiene como finalidad consolidar entornos escolares dignos, seguros y funcionales, mediante un modelo de gestión comunitaria que contribuye al desarrollo integral de los estudiantes.

La comunidad escolar decide en conjunto uno o varios usos de los recursos, según el nivel educativo.

En planteles de educación básica: horario extendido, servicio de alimentación, equipamiento, rehabilitación o ampliación de las condiciones físicas del plantel.

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