En el Distrito Judicial Bravos, con cabecera en esta ciudad, se abre la mayor cantidad de causas penales por el delito de violencia familiar en la entidad, con casi el doble de las que han iniciado este año en el Distrito Morelos, que tiene base en la capital del estado.
De acuerdo con el Concentrado de Información Estadística de Violencia Familiar, del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), entre enero y abril pasados se abrieron en esta región 807 procesos, mientras que en la de Chihuahua fueron 424.
Los datos muestran asimismo que si bien la mayor parte de los acusados en las diversas demarcaciones son hombres, también hay causas iniciadas contra mujeres, con 129 en este distrito, 26 en el Morelos y otras 36 en el resto de la entidad.
En esta frontera, muestran las cifras, en el período citado se imputó en total a 835 personas y se registraron 881 víctimas, la mayoría de éstas (700) mujeres, mientras que 133 fueron menores.
De acuerdo con Lidia Cordero, directora de Casa Amiga, la violencia familiar es la antesala de los feminicidios que persisten en esta frontera y se relaciona, dijo, con dinámicas sociales estructurales que normalizan o minimizan los indicios.
“Por ejemplo, los celos, el dominio, el control, muchas veces es identificado o interpretado como atención, como amor. Entonces, en realidad sigue siendo algo que no reconocemos, culturalmente”, dijo la titular de la asociación civil enfocada en la atención a víctimas de este tipo de ilícitos.
“El que también existan las dinámicas de hijos e hijas, también eso imposibilita a las mujeres a veces de pedir ayuda, por sus hijos e hijas. Y ese sigue siendo un tema muy fuerte”, agregó Cordero.
La estadística del TSJ arroja que los jueces en Bravos dictaron 524 autos de vinculación, los cuales representan un 65 por ciento de las causas iniciadas, además de 47 sentencias condenatorias –o un 6 por ciento– y 351 órdenes de aprehensión.
En otros 373 procesos, en ese período se dictaron suspensiones condicionales, que son salidas alternas que implican la reparación del daño y que no haya oposición fundada de las víctimas, entre otros requisitos.

¿Qué es?
La violencia familiar es un delito que, de acuerdo con el Código Penal del Estado, se persigue de oficio y se castiga, en casos sin agravantes, con penas de uno a cinco años de prisión y tratamiento especializado.
El artículo 193 de dicho ordenamiento lo define como “algún acto abusivo de poder u omisión intencional, dirigido a dominar, controlar o agredir de manera física, psicológica, patrimonial, económica o sexual, dentro o fuera del domicilio familiar, sobre alguna persona a la que esté, o haya estado unida, por un vínculo matrimonial, de parentesco por consanguinidad, afinidad o civil, tutela o curatela, concubinato o, bien, que haya tenido o tenga alguna relación afectiva o sentimental”.
Uno de los casos difundidos por la Fiscalía General del Estado en esta ciudad en el período que abarcan las cifras revisadas fue la acusación contra quien la autoridad identificó como Ángel D. V., que recibió auto de vinculación a proceso en febrero por violencia familiar agravada, lesiones y privación de la libertad cometidos contra su pareja sentimental y su hijastra.
“El pasado viernes 7 de febrero, en un domicilio de la colonia Villa Colonial, el imputado insultó y golpeó a su concubina en diversas partes del cuerpo con un palo de golf de metal, luego golpeó en el rostro a su hijastra de ocho años de edad, además de encerrarla en uno de los cuartos, causándole daño psicológico”, indicó la FGE en un comunicado.

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