Entre las 04:00 y las 04:40 horas, el nivel del agua aumentó de forma acelerada en la cuadra donde vive Cristal Villalobos, una de las personas afectadas por las lluvias registradas durante la madrugada del miércoles, al punto de superar los portones de acceso y cubrir sus vehículos.
La mujer, quien vive en la calle Santiago de la colonia Fronteriza Baja, relató que sólo alcanzó a mover una camioneta algunos metros antes de subir con su perra a la azotea. Desde ahí observó cómo la corriente arrastraba muebles, automóviles y un tanque estacionario.
“Vi cómo pasaban carros, piedras y hasta sillones. Mis carros se llenaron de agua por dentro. El agua alcanzó más de un metro”, expresó.
Cristal explicó que vive desde hace 38 años en ese mismo tramo de calle Santiago y que en años anteriores han tenido que remover tierra y lodo tras las lluvias, pero no con los niveles de agua y daño actuales.
Señaló que esa parte de la colonia nunca ha sido pavimentada y que han intentado mejorar la infraestructura por cuenta propia, sin lograrlo.
“No quedamos en el Presupuesto Participativo. Intentamos pagar con SUMA, pero no todos los vecinos pudieron cubrir su parte. Sólo cuatro personas participamos”, mencionó.
Otra residente, Leticia, dijo que el agua cubrió por completo la barda de su domicilio. Afirmó que la corriente comenzó entre las 03:00 y las 04:00 horas, tras un trueno que la despertó. “Cuando salí, ya venía bajando el agua con fuerza. Tengo más de 40 años viviendo aquí y sí ha habido lluvias, pero esto no se había visto”, explicó.
Leticia vive sola y no cuenta con apoyo familiar para atender las afectaciones. Contó que el agua se introdujo hasta el interior de la vivienda, dejando daños en muebles y acumulación de lodo.
A lo largo de la calle Santiago se observaron vehículos arrastrados hacia banquetas elevadas, acumulación de sedimentos, piedras, basura y restos de infraestructura.
Personal del Departamento de Bomberos apoyó en la extracción de agua en domicilios. Algunos residentes utilizaron bombas y cubetas para desalojar el líquido, mientras otros removieron escombros en zonas cercanas a un socavón. En esa misma zona, un jardín de niños perdió la totalidad de su barda perimetral.
De acuerdo con Ana Lilia Varela, supervisora de la zona escolar, las autoridades municipales acudieron al lugar para valorar los daños. Informó que se comprometieron a colocar una malla ciclónica de resguardo como primera medida de seguridad.
Señaló que el receso escolar está próximo, pero la prioridad inmediata es proteger las instalaciones. “La escuela representa un esfuerzo conjunto de madres y padres de familia. La barda se cayó completamente. No hay condiciones para que los niños regresen”, detalló.
La escuela tenía programada la ceremonia de cierre de ciclo escolar para el día siguiente. Varela confirmó que fue cancelada.
“Aproximadamente 120 niños en nivel preescolar recibían atención en este plantel. Ya se informó a las familias que todas las actividades quedan suspendidas”, puntualizó.
También pidió a las autoridades tomar en cuenta la situación de la comunidad en general. “Además de la escuela, hay casas devastadas. Es importante que se reconozca la magnitud del daño”, añadió.

‘El dique hizo su trabajo’
El director de Protección Civil municipal, Sergio Rodríguez, informó que el dique conocido como La Montada no colapsó, sino que operó dentro de los márgenes previstos.
Explicó que el vertedero construido luego de una inundación registrada en 2006 permitió que el agua siguiera su curso natural.
“El dique hizo su trabajo. El problema fue la cantidad de agua que bajó desde la sierra. Esa captación sobrepasó la capacidad de retención y siguió su cauce”, afirmó.
Rodríguez indicó que la Dirección de Obras Públicas es responsable del mantenimiento de diques y vasos de captación. Precisó que no hubo ruptura de la cortina, pero sí rebase de nivel.
En el recorrido posterior a la lluvia, personal municipal localizó residuos sólidos en la zona, incluidos objetos que obstruyeron algunos puntos. “Una alfombra quedó atorada en un sitio clave. Eso provocó que el agua se desviara hacia varias viviendas”, expuso.
Consultado sobre acciones preventivas ante nuevas precipitaciones, Rodríguez explicó que no se realizarán obras inmediatas de contención en el dique.
Dijo que colocar tierra no compactada podría generar mayor riesgo de colapso en caso de nuevas crecidas. En lugar de ello, Protección Civil coordina con otras dependencias municipales labores de limpieza, retiro de vehículos y desazolve.
El funcionario confirmó que no se registraron personas lesionadas ni fallecidas durante el evento.

Contempla JMAS nuevas presas
El vocero de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), Gustavo Pérez, explicó que la dependencia no es responsable del mantenimiento del dique de La Montada.
Señaló que la JMAS construyó varios diques y presas en el norponiente de la ciudad, pero que, una vez terminadas, el Municipio asume su conservación. Añadió que la última intervención de la Junta en esa infraestructura ocurrió en 2006, luego de una tromba que causó daños.
Pérez informó que se trabaja en el proyecto ejecutivo para una nueva presa denominada Fronteriza, cuyo propósito será captar escurrimientos desde la sierra de Juárez. Explicó que aún falta la autorización de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como el proceso de licitación correspondiente.
El proyecto contempla cinco presas en la región. De ellas, sólo la denominada Filtro 2 se encuentra actualmente en construcción, con una cortina de concreto diseñada para resistir mayores volúmenes.
Respecto al colector pluvial de Norzagaray, recientemente intervenido, Pérez indicó que opera con mayor carga de lo habitual debido a la cantidad de agua acumulada, pero sin interrupciones.
Confirmó que la empresa responsable trabaja en la limpieza de la zona tras la acumulación de tierra y escombros provocada por la tormenta.

Urgen atención
Las afectaciones por las lluvias y las condiciones estructurales limitadas en colonias del norponiente, donde muchas calles carecen de pavimentación y red de drenaje pluvial, fueron señaladas por habitantes como Cristal, Leticia y la supervisora Ana Lilia Varela.
En los tres casos las afectadas dijeron que se requiere atención estructural más allá de acciones de limpieza o apoyo emergente.
Indicaron que las colonias que bordean la calle Santiago han intentado obtener mejoras a través de esquemas como el Presupuesto Participativo y convenios con SUMA, sin lograr resultados.
Afirmaron que la falta de infraestructura básica mantiene en constante vulnerabilidad a las familias.
El Gobierno municipal informó que continuará con labores de recuperación y monitoreo ante posibles lluvias. Mientras tanto, los habitantes piden que se les considere en los proyectos de obra pública.
“No estamos solicitando dádivas, sino infraestructura que permita vivir sin este tipo de daños”, concluyó Villalobos.

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