El equipo de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGE) trabajará aproximadamente dos meses para poder lograr las identidades de los 383 cadáveres embalsamados que se encontraron en el crematorio privado de la colonia Granjas Polo Gamboa, en donde se cree que podría haber menores de edad, informó su director, Javier Sánchez Herrera.
“De todos estos cuerpos levantamos un total de 218 masculinos, 149 femeninos, y en 16 de los cuerpos todavía no podemos determinar el sexo; sí encontramos algunos que son aparentemente menores de edad, (pero) hasta no confirmarlo en el laboratorio, a través del trabajo de antropología y odontología, podremos ya establecer con precisión si son personas menores de edad”, indicó.
Concluyen trabajos periciales
Después de trabajar durante el viernes, sábado y la mañana del lunes en el levantamiento de los cuerpos con apoyo de los equipos de antropología, criminalística y odontología, ayer se concluyeron los trabajos periciales en el crematorio, por lo que los 383 cadáveres fueron trasladados a bordo de un tráiler con equipo de refrigeración al exterior de las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo).
“Los procesamos de modo tal de que pudiéramos individualizarlos, darles trazabilidad, asignarles un número para que pudiéramos nosotros, ya en el laboratorio de Ciencias Forenses, poder llevar a cabo los trabajos para poder lograr las identidades de las personas que estaban aquí depositadas”, explicó.
Semefo, sin capacidad
Informó que debido a que no hay capacidad para ingresarlos a las cámaras de refrigeración del Semefo, permanecerán en el tráiler refrigerado “y estamos viendo la posibilidad de establecer alguna colaboración con algunas empresas funerarias que pudieran auxiliarnos con sus instalaciones para poder hacer el depósito adecuado de algunos de ellos”.
Ya en el edificio estatal, los expertos forenses se encargarán de crear un archivo básico de cada cuerpo y de la búsqueda de elementos que ayuden a individualizarlos, como tatuajes, cicatrices, “aquellos de que puedan identificar y se puedan obtener huellas dactilares; aquellos que vienen de algún hospital y que todavía encontramos en algunos las pulseras con algunas inscripciones, necesitamos llevar a cabo la limpieza de todos ellos y poder establecer si en estas pulseras vienen fechas y nombres de las personas que fueron encontradas”, detalló.
Según indicios, podrían tener hasta cinco años en el predio ubicado en las calles Querétaro y Chihuahua de la colonia ubicada al sur de Ciudad Juárez, después de haber sido velados por sus familiares en seis funerarias locales y luego embalsamados para su incineración.
“Una vez que llevemos a cabo ya las identificaciones podremos establecer una fecha exacta de cuál fue el más antiguo y cuál es el más reciente”, dijo Sánchez Herrera, sobre los cuerpos que se encontraron “almacenados en condiciones no favorables, no adecuadas para el manejo y conservación de restos humanos”.
Sánchez Herrera calculó que la construcción de todos los archivos básicos de los 383 cadáveres les llevará alrededor de dos meses en los laboratorios, para luego establecer cuál será el procedimiento para darles un destino final.
Para poder lograr las identidades, el personal pericial utilizará “lo que sea necesario para poder llegar a la verdad y lograr las identidades”, afirmó.