Ciudad Juárez.- Oswaldo Fabián M. A. y Miguel Ángel V. R. se tomaron el tiempo de parar el Ford Fusión 2007 blanco que conducían y en el que presuntamente huyeron tras haber asesinado a Abraham Ricardo Martínez Chacón para ‘tirarle dedo’ a los policías que los perseguían y gritarles “¡me la pelan, pu…!”, antes de ser atrapados.

Los identificó la esposa de la víctima, pues los vio por un lapso que, dijo la mujer, fue de cinco minutos y a un metro de distancia, mientras atacaban a tiros calibre .45 a su pareja, con quien paseaba la mañana del jueves 10 de julio por la calle Flamingo tras comprar una mangonada en casa de la madre de Abraham.

La mujer es ahora testigo protegida y de identidad reservada, pero deberá enfrentarse a los presuntos agresores de su esposo el próximo jueves 17 de julio en continuación de audiencia inicial, pues el defensor particular de ambos, Gerardo Echegoyen, pidió su comparecencia como parte de su estrategia para intentar la no vinculación y liberar a sus representados.

El primer reporte de este hecho fue cerca de las 11:00 de la mañana del 10 de julio. Lo recibió el 911; era sobre un ataque a tiros y la diligencia corrió a cargo de las unidades 338 y 316 de la Policía Municipal.

La mujer dijo en ese reporte que mataron a su esposo, que habían sido dos hombres con pistola, que se encontraron con ellos en la calle y ellos sacaron sus armas de la cintura y de una ‘mariconera’ para empezar a deflagrarlas.

Al Ministerio Público dijo que ellos estaban paseando por la calle. Habían salido de su casa hacia la tienda y en el camino llegaron por una mangonada (una paleta de hielo hecha de mango) que vendía la mamá de Abraham, y siguieron su camino.

Ella corrió, se escondió tras un camión y de ahí los vio subirse a un coche blanco. Dijo que ella sólo pudo llorar, gritar y esconderse.

Los agentes empezaron su tarea de buscar ese auto, y tras pocos minutos lo vieron, y empezaron a seguirlo. Tomaron rumbo por la calle Pavo Real cuando los presuntos maleantes se frenaron de golpe, y esperaron a los oficiales para mostrarles el dedo medio y gritarles “¡me la pelan, pu…!”, y enseguida huir, pero con las vueltas y la falta de pericia terminaron perdiendo el control del coche y siendo alcanzados por los agentes de la unidad 316.

Los de la 338 llegaron enseguida a la escena del siniestro vial, con la testigo a bordo, y ella los señaló directamente como quienes habían asesinado a su querido. Fueron entonces sometidos a inspecciones físicas, de las que resultaron la localización de un arma Springfield calibre .45 con número de serie 54103169 con cuatro balas útiles a la cintura de Miguel Ángel V. R., y una igual con número de serie US59212 fajada también a la cintura de Oswaldo Fabián M. A.

Tras su detención siguieron otras pruebas periciales, como la recolección de 14 casquillos percutidos en la escena del crimen, y la determinación de causa de muerte de Abraham Ricardo, que fue choque hipovolémico por laceración pulmonar por proyectil de arma de fuego (sus órganos fallaron debido a la falta de sangre provocada por los disparos al torso).

No se hizo mención alguna sobre el grupo criminal, el móvil, el origen de las armas ni la supuesta guerra entre grupos criminales que trajo 24 muertes en Juárez entre el 9 y el 10 de julio.

Los acusados fueron enviados a prisión preventiva oficiosa por el juez Javier Ortiz Beltrán. La impuso por un plazo de 12 meses, y será el próximo 17 de julio a las 11:00 de la mañana que se defina si son vinculados o no a proceso.

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