Ciudad Juárez.- Los “duelos invisibles” son de los que no se habla abiertamente, es difícil pedir acompañamiento, porque no toda la gente se da cuenta de lo que está viviendo el doliente, indicó en entrevista la tanatóloga de la asociación Renace y Vive Mujer, A.C., Silvia Torres.
Los tipos de duelo más comunes suelen experimentarse cuando se sufre un aborto, muerte gestacional, al término de una relación, hay un rol de cuidadora, y por la renuncia a proyectos personales, comentó Torres.
En el caso de los abortos por enfermedad, o por pérdida natural, se sienten culpables al pensar que no se tomaron los cuidados necesarios y prefieren callarse, y en la terminación de una relación tomada por ambas partes, es difícil hablar por querer demostrar fortaleza, explicó la tanatóloga.
“Los duelos no se hablan porque pudiera ser por el juicio que emite la sociedad, por ejemplo, en un aborto, a lo mejor me pueden culpabilizar, incluso si es una decisión tomada conscientemente, al no darnos ese valor por nuestras decisiones; al igual que al terminar una relación, hay ese temor al juicio en la sociedad, entonces, ¿qué hacen esas mujeres?, pues esconder su dolor, y tratar de mantener esa fortaleza que realmente en el interior no está existiendo en ese momento”, expuso Torres.
En cuanto al “duelo invisible” por cuando se asume el rol de cuidador, Torres dijo que en el caso de las mujeres de manera hereditaria se asume que son las que sostienen. En el caso de que sea mamá, estar al cuidado de los hijos, luego llegan a ser cuidadoras de los padres, en esta parte de su vida dejan de lado los proyectos personales.
“No es una regla general, pero se da en muchos casos, mujeres que se dedicaron a criar a sus hijos, y dejaron de lado su crecimiento laboral, entonces, llegan a una edad que los hijos ya crecieron, se independizaron, casaron, y luego dicen: ¿y ahora yo qué hago?, se sienten perdidas, experimentan el nido vacío, y son muchas, son mujeres profesionistas o con conocimientos que tienen todavía muchísimo que aportar a la sociedad, pero sienten que su vida ya terminó, porque ese rol de cuidadoras ya culminó”, explicó la tanatóloga.
Dijo que mensualmente atiende en promedio a 40 mujeres, y de esa cantidad, entre un 70 y 80 por ciento buscan atención por “duelo invisible”.
¿Cómo se trata?
El acompañamiento tanatológico es una intervención en crisis enfocada en lo que se está pasando en ese momento, pero no todas las personas en su proceso de pérdida o dolor requieren del acompañamiento.
Se necesita cuando se tiene un aislamiento social largo que ya no permite disfrutar o realizar actividades diarias, pasar días completos sin conciliar el sueño, y malas funciones cognitivas.
Cuando surgen otras situaciones como depresión, se canalizan a las psicólogas de la asociación para tratar desde otro enfoque.
Para más información sobre el acompañamiento tanatológico, puede visitar la página de Facebook de Renace y Vive Mujer, A.C.