Ciudad Juárez.- A través de la campaña binacional “Pan y Esperanza”, la Diócesis de El Paso y las agrupaciones Hope Border Institute, Diocese (Hope) y Derechos Humanos Integrales en Acción (DHIA), apoyaron a 110 familias en contexto de movilidad asentadas en Ciudad Juárez, afuera de los albergues.
La idea surgió “de una observación sobre una gran población invisible de personas en contextos de movilidad: ¿dónde están y cómo podemos ayudarles?”, informó María Fuentes, de la organización Hope, tras el apoyo que se logró a través del Fondo Fronterizo para Refugiados (BRAF, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con DHIA, las personas beneficiadas asistieron a sus oficinas en donde escucharon una plática informativa impartida por el área Psicosocial acerca de los servicios que ofrece la organización, entre los que se encuentran gestiones para el acceso a servicios de salud, asesoría legal, empleabilidad y educación, y asesoría para interposición de denuncias en caso de ser víctima de un delito.
Después, fueron trasladadas a una tienda de comestibles donde seleccionaron los insumos más utilizados en sus hábitos alimenticios, costumbres y necesidades particulares. Y, mientras algunas de las personas se surtieron de víveres para alimentar a sus familias, otras impulsaron pequeños emprendimientos como la venta de refrescos y aguas.
Entre las personas beneficiadas se encontró Yuleixis Ávila, quien cuenta con nueve meses de embarazo, por lo que dijo a las organizaciones que el apoyo de la campaña fue muy bueno, rápido y significativo. Ella decidió comprar pañales, víveres y cosas para el bebé, con el fin de prepararse más para su alumbramiento.
Otra de las personas beneficiadas fue Inés, quien pidió resguardar su nombre real y “mencionó sentirse feliz por recibir el apoyo, dado que le permitió brindarles a sus tres hijos una mayor diversidad alimentaria que no siempre puede permitirse, ‘uno quisiera comprar un montón’”, informó DHIA.
El Fondo Fronterizo para Refugiados, una iniciativa de HOPE y el obispo de El Paso, Mark Seitz, es destinado a satisfacer necesidades humanitarias urgentes de familias, mujeres y niños en contextos de movilidad. Gracias a este fondo es posible brindar ayuda crucial como refugio digno, atención sanitaria, incluida materna y pediátrica y asistencia psicológica.
Esta vez el 100 por ciento del gasto se destinó directamente a la persona, lo que a su vez beneficia al mercado local, destacó María Fuentes, integrante de DHIA, una organización con más de 12 años en la promoción y defensa de los derechos de las personas en contextos de movilidad, en colaboración con actores a nivel local y nacional.
El cierre de la frontera para los solicitantes de asilo desde el 20 de enero de 2025, cuando regresó a la Presidencia de Estados Unidos el republicano Donald Trump, provocó que cientos de familias se quedaran “atrapadas” en la frontera mexicana, sin suficientes redes de apoyo, por lo que en junio se abrió el registro para acceder a la campaña binacional. (De la Redacción / El Diario)