Ciudad Juárez.- El director del Fideicomiso de Puentes Fronterizos de Chihuahua, Rogelio Fernández Irigoyen, aseguró que los cruces internacionales Zaragoza y Santa Teresa cuentan con la capacidad instalada para recibir el flujo total de transporte de carga que actualmente utiliza el puente “Libre”, una vez que se concrete el cierre a camiones por parte de autoridades estadounidenses.
Fernández explicó que en Juárez circulan un promedio diario de entre tres mil 400 y tres mil 500 tráileres, de los cuales alrededor de dos mil 400 cruzan por Zaragoza, mientras que entre 700 y 800 utilizan Santa Teresa.
El resto se distribuye en menores cantidades por otros puntos, indicó.
“Sí hay capacidad instalada”, sostuvo, aunque aclaró que la eficiencia dependerá de que los sistemas aduaneros funcionen correctamente y de que la carga se redistribuya de manera ordenada.
Actualmente, el puente Zaragoza opera también los sábados de seis de la mañana a dos de la tarde, siendo el único cruce de carga que ofrece ese servicio.
Ampliar horarios
Fernández señaló que, si se requiere, el Fideicomiso está listo para ampliar horarios tanto en Zaragoza como en Guadalupe, aunque la decisión final correspondería a las autoridades aduaneras de ambos países.
El funcionario participó en el arranque de mesas de trabajo binacionales para analizar la problemática de los cruces fronterizos y plantear soluciones a corto, mediano y largo plazo, en coordinación con autoridades de ambos lados de la frontera.
Ante el anunciado cierre del puente Córdova-Américas, o puente “Libre”, al tráfico de carga, una medida impulsada por la GSA estadounidense como parte de la modernización del cruce, los puentes Zaragoza y Santa Teresa fueron identificados como alternativas operativas.
Redistribuir cargas
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), cerca de siete mil cargas, con un valor estimado de 587 millones de dólares al mes, deberán ser redistribuidas a otros cruces como Zaragoza-Ysleta, San Jerónimo–Santa Teresa y Guadalupe–Tornillo, todos con distintos niveles de saturación, distancias más largas y costos adicionales.
Los informes refieren que la GSA aprobó la “Alternativa 4”, que elimina completamente el tráfico comercial por el puente “Libre” con el objetivo de reducir la contaminación en la zona residencial de El Chamizal, aunque la implementación se proyecta hasta entre 2027 y 2030.
En tanto, Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), alertó que esa redistribución afectaría la logística y competitividad, destacando que el 80 por ciento del cruce de carga ya ocurre por Zaragoza-Ysleta y que trasladar más flujo a cruces menos usados, como Tornillo, traería costos adicionales y saturación.