Este día se celebró la ceremonia de graduación de hombres que culminaron satisfactoriamente su proceso de intervención psico-socio-reeducativa impartido por la Dirección de Prevención Social y su Centro Municipal para la Atención y Trabajo con Hombres y Masculinidades (CEMATH), de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).

El acto, llevado a cabo en las instalaciones del CEMATH, ubicadas en Paseo de San Isidro cruce con Prolongación Santiago Troncoso, estuvo marcado por un ambiente de solemnidad, orgullo y esperanza, donde se reconoció el esfuerzo, la reflexión y el compromiso de los graduandos con su cambio personal.

El evento contó con la presencia de autoridades clave que destacaron la importancia de este programa como Antonio Salas, Director de Prevención Social, quien reconoció la trascendencia del CEMATH como un espacio fundamental en la reeducación de masculinidades para prevenir la violencia.

Ademas Elvira Urrutia, Directora del Instituto Municipal de las Mujeres, quien subrayó la relevancia de los vínculos interinstitucionales para lograr una sociedad más igualitaria y con justicia social.

El comandante Reza, de Prevención Social, y el comandante Burciaga, de la Dirección Especializada en Violencia Familiar y de Género, quienes enfatizaron la labor coordinada entre las áreas de seguridad y los programas preventivos.

Así como Martín Regis, Coordinador del CEMATH, quien enalteció el esfuerzo individual de cada participante y el trabajo de los profesionales que facilitan este proceso.

Durante la ceremonia, se hizo un reconocimiento a la misión y los logros del CEMATH desde su apertura, señalando que cada proceso concluido no solo beneficia al individuo, sino que constituye una aportación invaluable para la construcción de comunidades más seguras y libres de violencia para las mujeres, niñas y para todos los ciudadanos.

Los graduandos recibieron sus constancias de culminación de proceso, símbolo del compromiso adquirido consigo mismos, con sus familias y con la sociedad, en un ambiente cargado de emotividad y aplausos por parte de sus seres queridos y asistentes.

El mensaje final fue de esperanza y unidad, posicionando a esta generación de egresados como un ejemplo tangible de que la prevención, la educación emocional y la reeducación son caminos efectivos para transformar vidas.

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