Conseguir un buen resultado en el Gran Premio de Austria parece casi imposible para Max Verstappen.

Lejos de los McLaren y con una bandera amarilla al final de la sesión de calificación que afectó su vuelta rápida, el neerlandés arrancará desde la séptima posición con una amplia desventaja en cuanto a rendimiento.

«Toda la calificación no fue absolutamente a ninguna parte. Fue muy difícil. No había equilibrio en el coche, ni un solo giro. Así no es agradable conducir.

«Cinco, seis décimas, ya no importa. Apunto al primer lugar, pero todavía estoy cinco décimas por detrás. Dramático, por supuesto. Hoy fue un desastre. Los McLaren están en un nivel diferente, al igual que Ferrari y Mercedes. Entonces creo que no hay mucho que esperar», dijo el cuatro veces campeón de la Fórmula Uno.

Si Verstappen no bajaba la velocidad cuando apareció la bandera amarilla probablemente le habría caído una penalización cuando se encuentra al borde de los puntos negativos (11 de 12 posibles), situación que tampoco le convenía a Red Bull.

Las actualizaciones en el RB21 tampoco funcionaron como se esperaba, lo que anticipa una pérdida de tiempo aún mayor en la carrera con respecto a Lando Norris y Oscar Piastri, sus rivales en la lucha por el título.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *