Nueva York.- El crecimiento del empleo en Estados Unidos repuntó en febrero y la tasa de desempleo subió al 4.1 por ciento, pero la creciente incertidumbre sobre la política comercial y los profundos recortes del gasto público federal podrían erosionar la resistencia del mercado laboral en los próximos meses.

Las nóminas no agrícolas aumentaron en 151 mil puestos de trabajo el mes pasado, tras un incremento revisado a la baja de 125 mil en enero, informó este viernes la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo.

Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado un aumento de las nóminas de 160 mil, tras el incremento de 143 mil registrado en enero. Las estimaciones oscilaban entre 30 mil y 300 mil puestos.

El aumento de la tasa de desempleo fue desde el 4 por ciento registrado en enero.

El informe fue el primero bajo la presidencia de Donald Trump. Los vaivenes de la política comercial del Gobierno de Trump dificultan la planificación anticipada de las empresas, dijeron los economistas.

La confianza empresarial y del consumidor se ha desplomado desde enero, borrando todas las ganancias anotadas tras la victoria electoral del republicano en noviembre.

Los despidos de trabajadores a prueba del gobierno federal por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por el multimillonario Elon Musk, no aparecieron en el informe de empleo, ya que la mayor parte ocurrió fuera de la semana de la encuesta.

Pero la congelación de las contrataciones y del financiamiento desaceleró el empleo público, uno de los principales pilares del crecimiento del empleo en los últimos años. En el informe de marzo se espera un mayor impacto en las nóminas de las administraciones públicas.

La congelación intermitente del financiamiento público ha dejado sin trabajo a algunos contratistas y empleados de entidades que reciben subvenciones federales. Dado que la mayoría de los recientes aumentos de empleo se concentran en sectores mal pagados como el ocio y la hostelería, esto podría agravar lo que algunos economistas han descrito como una recesión de cuello blanco.

Por ahora, el mercado laboral está apuntalando la economía, que sigue expandiéndose, aunque a un ritmo muy moderado.

La caída del gasto de los consumidores y de la construcción de viviendas y el aumento del déficit comercial en enero vinculado a los aranceles llevaron a muchos economistas a recortar sus estimaciones del Producto Interno Bruto para el primer trimestre por debajo de una tasa anualizada del 1.5 por ciento, frente al 2 por ciento del mes pasado. La Reserva Federal de Atlanta prevé que el PIB se contraiga a un ritmo del 2.4 por ciento.

La economía creció a un ritmo del 2.3 por ciento en el cuarto trimestre. La estabilidad del mercado laboral podría dar a la Fed más tiempo para mantener las tasas de interés sin cambios, mientras los responsables monetarios vigilan el impacto económico de los aranceles y las medidas contra la inmigración.

La Fed mantuvo en enero sin cambios su tasa de interés de referencia a un día entre el 4.25 y 4.50 por ciento, tras haberla reducido en 100 puntos básicos desde septiembre, cuando inició su ciclo de relajación de la política monetaria. El tipo de interés oficial se incrementó en 5.25 puntos porcentuales entre 2022 y 2023 para controlar la inflación.

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