Cd. de México.- Los mercados accionarios comenzaron la semana con ganancias generalizadas mientras encuentran catalizadores que los lleven a mantener un tono alcista en un mes que se caracteriza por ser estacionalmente a la baja.
En México, el índice S&P/BMV IPC de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) operó por arriba del nivel de las 60 mil unidades, concluyendo en 60 mil 649.76, cifra 0.28 por ciento arriba del cierre del viernes pasado, con lo que renovó sus máximos históricos.
El indicador fue apoyado nuevamente por el sector minero, donde las acciones de Peñoles (PE&OLES) cerraron con un alza de 3 por ciento para ubicarse en 742.77 pesos.
En lo que va del mes, el IPC acumula un rendimiento de poco más del 3 por ciento, mientras que otros títulos como Peñoles y Banco del Bajío (BBAJIOO) destacan con rendimientos de 21.75 y 8.54 por ciento, respectivamente.
En Estados Unidos, el índice Nasdaq anotó nuevos máximos históricos al acercarse al nivel de 22 mil enteros y subir 0.45 por ciento en la jornada. El índice industrial Dow Jones y el selectivo Standard & Poor's 500 avanzaron 0.25 y 0.21 por ciento, respectivamente.
Gran parte de las expectativas de los inversionistas para esta semana se encuentran en la publicación de la inflación al consumidor que se dará a conocer el próximo jueves y cuyo resultado será decisivo para bosquejar el siguiente paso de la Reserva Federal en cuanto al movimiento de tasas de interés.
De acuerdo con analistas de Monex, en 2025, el sector industrial del S&P 500 ha mostrado un desempeño sólido, impulsado por la adopción de nuevas tecnologías y una mayor demanda de productos industriales.
Sin embargo, junto con el resto del mercado accionario, el sector industrial enfrentará la imposición de aranceles comerciales, así como a la intención del Gobierno estadounidense de repatriar parte de su producción a dicho país.
En un documento de análisis, los especialistas indicaron que, en la actualidad, se espera que la imposición de aranceles, especialmente al acero y al aluminio, tengan una implicación mixta para el sector industrial.
Por un lado, tendrían un impacto negativo a las empresas que usan estos metales como insumos para sus operaciones, ya que aumentan sus costos y reducen sus márgenes, encontrando retos para trasladar estos costos adicionales a los consumidores finales, lo que afecta su competitividad y repercute en sectores como el automotriz y construcción.
Por otro lado, beneficia a las productoras de acero y aluminio estadounidenses, ya que estos hacen que sus productos sean más competitivos y aumenten la rentabilidad.