Una agencia reguladora estadounidense demandó este jueves a Ticketmaster y a su empresa matriz Live Nation, a los que acusa de conspirar con revendedores para inflar los precios de las entradas de conciertos y engañar a los consumidores con tarifas ocultas.
La Comisión Federal de Comercio y siete estados presentaron la demanda en un tribunal federal de California, acusando a las empresas de permitir que revendedores de entradas obtuvieran millones de boletos en violación de los límites de compra, para luego venderlos a precios inflados.
«El entretenimiento en vivo en Estados Unidos debería ser accesible para todos nosotros. No debería costar un ojo de la cara llevar a la familia a un partido de béisbol», dijo el presidente de la FTC, Andrew Ferguson, quien citó la orden ejecutiva del Presidente Donald Trump para proteger a los consumidores de abusos en los precios de entradas.
La demanda alega que Ticketmaster, que controla aproximadamente el 80% de la emisión de boletos para grandes conciertos en Estados Unidos, hizo «la vista gorda» ante los revendedores que rutinariamente excedían los límites de entradas utilizando miles de cuentas falsas.
Desde 2019 hasta 2024 los consumidores gastaron más de 82 mil 600 millones de dólares comprando boletos a través de Ticketmaster, según la FTC.
Según la demanda, documentos internos muestran que Ticketmaster incluso proporcionó soporte tecnológico a los revendedores a través de una plataforma de software llamada TradeDesk, permitiéndoles manejar boletos adquiridos a través de múltiples cuentas para facilitar la reventa.
La demanda también apunta a las prácticas de precios de Ticketmaster, alegando que la compañía anunciaba precios de entradas sustancialmente más bajos de lo que los consumidores finalmente pagaban después de tarifas obligatorias y recargos.
Estas tarifas ocultas, que alcanzaron hasta el 44% del costo final del boleto, sumaron un total de 16 mil 400 millones de dólares entre 2019 y 2024, dijo la FTC.