El Paso.- Phoebe Copas, una mujer de Kentucky acusada de matar a un conductor de Uber en El Paso durante el verano de 2023, murió mientras esperaba ser juzgada, confirmó su abogado, Matthew James Kozik, el martes 25 de marzo. La causa de la muerte no fue revelada.
Copas enfrentaba un cargo de asesinato por la muerte de Daniel Piedra García, de 52 años, quien recibió un disparo mientras la llevaba al Speaking Rock Entertainment Center en el Lower Valley a través de la autopista U.S. 54, la tarde del 16 de junio de 2023. El juicio estaba programado para comenzar el lunes 28 de abril, pero se había retrasado debido a los graves problemas médicos que enfrentaba Copas, quien aparentemente colapsó durante una audiencia judicial en diciembre.
Versiones contradictorias
Copas afirmó que disparó en defensa propia porque temía que Piedra García la estuviera secuestrando para llevarla a Ciudad Juárez, México. Según Kozik, había evidencia que demostraba que el conductor le dijo a Copas que la estaba llevando a Juárez. Además, el abogado aseguró que las cerraduras y ventanas del vehículo no funcionaban y que había navajas dentro del auto.
Sin embargo, la narrativa policial difería de la versión presentada por la defensa, lo que generó un intenso debate en la comunidad. “Es decepcionante ver que algunos en nuestra comunidad reaccionaron de una manera que, como sociedad diversa, deberíamos saber manejar mejor. Nadie debería alegrarse por la muerte del Sr. Piedra o de la Sra. Copas”, expresó Kozik en un comunicado.
Indagan en hotel
Copas murió en El Paso dentro de las últimas 24 horas antes de que su muerte fuera confirmada. La Policía de El Paso respondió a una llamada de emergencia poco antes del mediodía del martes en el hotel Wyndham, ubicado en 2027 Airway Blvd., donde se está investigando un fallecimiento. Aún no se ha confirmado oficialmente si este incidente está relacionado con la muerte de Copas.
Reacciones y controversia
El caso de Copas generó opiniones divididas desde el inicio. Su defensa sostuvo que las pruebas demostraban que Copas actuó por miedo genuino, mientras que la versión oficial planteaba dudas sobre la justificación del disparo. A pesar de la controversia, Kozik insistió: “Phoebe Copas fue y sigue siendo una mujer inocente”.