La Asociación Nacional de Funcionarios Hispanos del Condado advirtió el viernes de un caos jurídico inminente tras la decisión de la Corte Suprema de permitir que avance la orden ejecutiva del presidente Donald Trump sobre ciudadanía por nacimiento, sin pronunciarse sobre su constitucionalidad.

La organización NAHCO alertó que la falta de una decisión clara del máximo tribunal provocará que los estados apliquen la controvertida medida “conforme a líneas partidistas”, lo que significa que en estados republicanos como Texas, los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en territorio estadounidense no serán reconocidos como ciudadanos.

“Esta decisión de la Corte Suprema no sólo rompe décadas de precedente legal sino también la promesa estadounidense misma”, declaró NAHCO en un comunicado. “La Corte ha creado un panorama legal nuevamente complejo que afecta a gobiernos locales, familias y empresas”.

La orden ejecutiva de Trump, firmada el primer día de su administración, ordena a las agencias federales negar el reconocimiento de ciudadanía a niños nacidos en Estados Unidos cuyos padres no sean ciudadanos estadounidenses o residentes legales permanentes, desafiando más de un siglo de interpretación de la Decimocuarta Enmienda.

NAHCO denunció que el fallo “abre las puertas para la aplicación caótica de la ley en todo el país, en lugar de claridad”, argumentando que “la mayoría de la Corte Suprema está poniendo partidismo y política por encima del país y la Constitución”.

La organización, que representa a funcionarios electos hispanos en gobiernos locales de todo el país, advirtió que la decisión creará un sistema discriminatorio donde el estatus de ciudadanía dependerá de la geografía política. En estados como Texas, Florida y otros controlados por republicanos, es probable que se implemente inmediatamente la orden de Trump, mientras que estados demócratas como California y Nueva York podrían resistir su aplicación.

“Sin abordar el problema subyacente de la ciudadanía por nacimiento, la Corte está permitiendo que se inflija un daño increíble a una variedad de personas en Estados Unidos”, señaló NAHCO. “Todo basado en qué parte del país puedan estar residiendo”.

El impacto será particularmente severo en Texas, estado fronterizo donde nacen aproximadamente 60,000 bebés de madres indocumentadas cada año. Bajo la nueva interpretación, estos niños podrían quedar en un limbo legal, sin derecho a servicios gubernamentales, educación pública o, eventualmente, empleos legales.

Gobiernos locales en crisis administrativa

NAHCO, cuyos miembros emiten certificados de nacimiento a nivel local, describió las complicaciones prácticas inmediatas que enfrentarán. “Los gobiernos locales emiten certificados de nacimiento. Entre la interpretación federal de la ciudadanía por nacimiento y las diferencias partidistas entre estados, los gobiernos locales enfrentarán desafíos procesales que tendrán costos financieros para los contribuyentes y producirán incertidumbre y dificultades para innumerables familias”.

La organización alertó que “algunos niños nacidos en Estados Unidos serán apátridas y sin derechos” bajo el nuevo sistema fragmentado.

Las cifras son alarmantes: aproximadamente 18 millones de niños viven con al menos un padre inmigrante, y cada año nacen 250,000 bebés de familias de inmigrantes indocumentados. Dependiendo de dónde nazcan geográficamente, algunos tendrán ciudadanía automática mientras otros no.

“Prácticamente, podría ser una molestia gigantesca, y podría haber consecuencias significativas”, advirtió una analista. “Las familias podrían haber sido deportadas y los niños privados de atención médica que les salve la vida”.

Desafío constitucional histórico

La orden ejecutiva representa el desafío más directo a la Decimocuarta Enmienda desde su ratificación en 1868. La enmienda establece claramente: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos, y sujetas a la jurisdicción del mismo, son ciudadanos de Estados Unidos”.

NAHCO subrayó que “durante más de un siglo, la ciudadanía por nacimiento ha estado consagrada en nuestra Constitución” y que “una y otra vez, la Corte Suprema ha dictaminado claramente que la Decimocuarta Enmienda garantiza que cualquier persona nacida en Estados Unidos es ciudadana, independientemente del estatus migratorio o de ciudadanía de sus padres”.

La organización criticó duramente la concentración de poder ejecutivo que permite el fallo: “Estados Unidos no tiene un gobernante unitario por una razón. Esto es fundamental para nuestra identidad como república democrática. Ningún presidente tiene el poder de enmendar la Constitución a través de una orden ejecutiva”.

Familias divididas y problemas prácticos

El nuevo sistema creará situaciones kafkianas para familias mixtas. Algunos niños en la misma familia podrían tener ciudadanía mientras sus hermanos no, dependiendo del momento y lugar de nacimiento, así como de los cambios en el estatus migratorio de los padres.

“Los problemas prácticos de terminar con la ciudadanía por nacimiento son tanto enormes como impredecibles”, señaló el experto legal Yale-Loehr.

NAHCO concluyó que la medida es “intolerable e inhumana” y argumentó que “Estados Unidos fue construido sobre principios de inclusión e igualdad. La ciudadanía por nacimiento no es una herramienta política; es una promesa constitucional que refleja lo que Estados Unidos representa: oportunidad, equidad, igualdad y esperanza”.

La batalla legal continuará en tribunales inferiores, pero mientras tanto, miles de familias enfrentan la incertidumbre de no saber si sus hijos nacidos en territorio estadounidense serán reconocidos como ciudadanos de la única nación que han conocido.

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